En la búsqueda incesante de fuentes de energía más limpias y sostenibles, el biogás emerge, desde la base de experimentación de la chacra de un productor misionero de Cerro Corá, como un protagonista silencioso pero con un potencial transformador.
Esta fuente de energía renovable, obtenida a partir de la descomposición anaeróbica de materia orgánica tales como residuos agrícolas y ganaderos y desechos urbanos, se presenta como una alternativa prometedora para diversificar la matriz energética y mitigar el impacto ambiental.
El biogás está compuesto principalmente por metano y dióxido de carbono y puede ser utilizado para generar electricidad, calor e incluso como combustible vehicular.
En ese sentido, Carlos Furlán, director y fundador de la Base de Experimentación El Ceibalito en Cerro Corá, explicó a ECO&AGRO sobre este proyecto de biodigestores de biogás en el que participan once familias de diferentes puntos de la provincia: “Creamos una tecnología apropiada para cocinar en primera instancia, pero también es posible alimentar motores de combustión interna, calefaccionar chiqueros o utilizarlo para un generador eléctrico”.
“El biogás no es solo una fuente de energía, sino también una solución para la gestión de residuos, ya que al transformar desechos orgánicos en combustible, se reduce la contaminación y se genera un recurso valioso”, dijo.
En Misiones, con la importancia del sector agropecuario, el biogás ofrece una oportunidad única para valorizar subproductos y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
Teniendo en cuenta esto, la versatilidad de esta fuente de energía, la convierte en una solución adaptable a diferentes escalas, es decir, desde pequeñas instalaciones rurales hasta grandes plantas industriales.
En ese sentido, pequeños productores de diferentes zonas rurales de la provincia, implementan biodigestores para autoabastecerse de energía y reducir de esa manera costos operativos.
A pesar de sus beneficios, la adopción masiva del biogás enfrenta desafíos, ya que la inversión inicial en infraestructura puede ser considerable, y se requiere conocimiento técnico para la operación y mantenimiento de las plantas.
Sin embargo, a medida que la tecnología avanza y los costos disminuyen, el biogás se posiciona como una pieza clave en la transición hacia un futuro energético más limpio y sostenible para Misiones y el país.
El biogás como parte de un proyecto decrecentista
Se trata de un programa de investigación decrecentista campesina que consiste en ensayos tendientes a conseguir tecnología apropiada en código abierto para resolver problemas que devienen del pico del petróleo.
Es decir, hablamos de un fenómeno vinculado a la crisis energética global, que, según lo explicó Furlán: “Es un fenómeno planetario que está ocurriendo desde hace décadas. Se origina en 2005 con el pico del petróleo convencional y desde entonces experimentamos un deterioro de las capacidades de crecimiento económico global”.






