Adolorido por los golpes y conmocionado todavía por lo ocurrido ayer sobre la ruta nacional 14, en San José, Nicolás (23) fue uno de los que sobrevivió al trágico siniestro vial y hoy lo puede contar.
El joven, oriundo de Almafuerte, ya había trabajado en la maderera correntina y renunció, pero volvió a tomar este trabajo hace tres meses debido a que “acá no se consigue trabajo y no se gana lo mismo que allá”, aseguró en comunicación con la web de PRIMERA EDICIÓN.
Al momento del despiste, Nico comentó que “yo iba durmiendo en el viaje y sentí que el colectivo se comenzó a irse de acá para allá. La verdad que no vi nada, escuchaba nomás los gritos de las personas y cuando me desperté ya estábamos con el colectivo volcado”.
En ese momento, reaccionó como pudo, “me golpeé pero no sentí ningún dolor en ese momento, vi que mis compañeros estaban sin vida, algunos venían al lado mío y estaban sangrando. Sentí miedo, en ese momento como que me quedé traumado y no sabía qué hacer”, expresó.
Cuando salió de shock, el joven dijo que “traté de ayudar a mis compañeros, los otros que estaban más jodidos y tratar de ayudarlos de salir para afuera, por la ventanilla de arriba, sería el techo del colectivo”, confió, teniendo en cuenta que el micro quedó volcado de lado.
Seguidamente, confió a esta web que alrededor de la medianoche llegó a su domicilio, donde lo esperaban sus padres y su hermano menor. “Cuando llegué a casa, mi mamá y mi papá me abrazaban y agradeciendo que no me pasó nada, que esté vivo”, expuso.
Y, pasadas 24 horas del siniestro, con la mente más aclarada, sostuvo que “fue un milagro de Dios que yo y mis otros compañeros estemos vivos, si no era por ÉL, nosotros íbamos a estar muertos”.
Con dolores en las costillas y el cuello, el joven prometió ir al hospital para descartar alguna lesión. Y de cara al futuro cercano, dijo que volverá al trabajo en la empresa forestal radicada en Virasoro.









