
En la mañana del domingo, en una cancha de fútbol ubicada en el kilómetro 6 de Eldorado se registró un episodio de violencia física entre dos mujeres en medio de un partido de la sub-17. Sucede que una árbitro del encuentro fue increpada por la madre de un jugador del equipo Guaraní. El conflicto se originó cuando reclamó que a su hijo no lo dejaron participar en el partido argumentando que tenía el DNI vencido. Sin embargo, la situación escaló rápidamente y culminó en una agresión física.
En diálogo en Canal 9 Norte Misionero, la árbitro Tamara Álvez explicó que la decisión de no permitir jugar al niño no fue tomada por ella directamente, ya que su rol era únicamente de control y no dirigía el partido. “Tenemos un reglamento interno que especifica que un niño con DNI vencido no puede jugar”, aclaró. Según su testimonio, “la madre de este chico se para y me empieza a agredir. Se ve que la señora tiene algo personal conmigo”, expresó y también mencionó haber sido hostigada previamente por esta persona, al igual que varios árbitros y personas del club.
Lo que agravó la situación fue un comentario de la madre del jugador infantil, recriminándole por no ser madre. Este ataque verbal tocó una herida profunda: “como madre que hace poco perdió un bebé, tocó una parte muy sensible; tengo un dolor que todavía no curo”, confesó entre lágrimas. Este comentario habría sido el detonante porque “ante todo soy un ser humano, una mujer; recibí muchas agresiones, pero no le permito a ella ni a nadie meterse ahí conmigo”, agregó.
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Por su parte, la madre del chico, Cynthia Ocampo, ofreció su versión del incidente y cuestionó las acciones de Tamara Álvez. Según ella, su hijo había podido jugar en partidos anteriores con el mismo documento y exigió explicaciones sobre el reglamento que impedía su participación. Además, acusó a Álvez de que “tiene problemas psicológicos” y que “se ve claramente que es ella la que reacciona con violencia”.
Ocampo también aclaró que “le dije que se ponga en el lugar de la madre; que ella no lo sea no le da facilidad de poder burlarse de mi hijo”, aseguró. Según contó su hijo quedó profundamente afectado por lo sucedido: “Mi hijo estaba llorando porque no lo dejó jugar”. Asimismo, pidió al club al que pertenece tomar medidas, ya que “alguien así no está capacitada para estar en una liga de fútbol”. Además, mencionó que el problema viene de mucho antes e incluso habría iniciado previamente a través de las redes sociales.
Tras el episodio de violencia, ambas protagonistas aseguraron que realizaron una denuncia policial hacia la otra. En el caso del árbitro, pidió disculpas públicas ya que “no es el ejemplo que queremos brindar”. En tanto que la madre del niño aseguró que nunca buscó intencionalmente herirla por su pérdida personal y que “si ella tiene un daño psicológico deberían ayudarla”.








