La Congregación de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) cumplió 100 años de vida institucional en Montecarlo. Es una iglesia proveniente de la Reforma protestante surgida a partir de un movimiento cristiano europeo que, desde el siglo XII, comienza a promover cambios en la iglesia, propulsados inicialmente por Pedro Valdo. Hubo un auge de este movimiento en el siglo XVI en Europa con Martín Lutero en Alemania, Juan Calvino, Ulrico Zwinglio en Suiza, junto a muchas otras personas y comunidades. Los seguidores de Martín Lutero se reconocen como luteranos, y los de Calvino y Zwinglio como reformados, pero nuestra Iglesia no tiene solo el nombre de luterana ni sólo de reformada. Nos reconocemos como “iglesia unida, porque reúne cristianos de origen: luteranos y reformados”.
Inmigrantes de Rusia, Alemania, Suiza y otros países europeos establecen comunidades en Argentina, Paraguay y Uruguay a partir de 1840. Por ello, la IERP, es una de las Iglesias protestantes preexistentes a la sanción de la Constitución de la República Argentina (1853). Se origina en las primeras comunidades constituidas en ambas márgenes del Río de la Plata. Por ejemplo, Buenos Aires en 1843, Esperanza (Santa Fe) en 1857, Montevideo (Uruguay) en 1857, y un poco más tarde Asunción (Paraguay) en 1893. Actualmente, la IERP está integrada por personas de diferentes orígenes culturales que se congregan en más de 250 comunidades, asociadas en 42 congregaciones que integran siete regiones llamadas Distritos.
Desde 1924
El domingo 23 de junio de 2024, la Congregación Montecarlo festejó sus 100 años de permanencia, y lo hizo celebrando su culto de acción de gracias. Contó con la presencia de autoridades municipales, representantes de diversas instituciones locales, autoridades del Distrito Misiones de la IERP y de su Junta Directiva. Finalizado el oficio religioso, tuvo lugar el descubrimiento de placas por parte de la Comisión Directiva de la Congregación y de la intendencia; exposición histórica en el templo con fotografías y elementos históricos de la comunidad como biblias, elementos de la Santa Cena e instrumentos musicales, y almuerzo comunitario con miembros de las congregaciones del Distrito. Se celebró así un siglo de historia y fe.
Asimismo, se abrió una cápsula del tiempo depositada en el 90º aniversario, que contenía un pergamino con las firmas de los niños de catequesis infantil y mensajes para el centenario. Aprovechando la ocasión, la Comisión Directiva depositó una nueva cápsula del tiempo, cuyo momento de apertura no fue especificado. También se proyectó un video preparado en el marco del 90 aniversario, reflejando la larga historia de esta comunidad de identidad protestante. Extenso fue el programa de actividades desarrolladas en el marco del festejo, sin faltar la torta del centenario, la tarde del café, del té y los platos dulces para compartir con los hermanos de la comunidad. Se agradeció la colaboración de cada uno de los miembros que, con su compromiso y alegría, contribuyeron al éxito de las actividades planificadas en el marco del festejo por los 100 años de la congregación.
Según Yvonn Ehling, titular de la comisión directiva de la Congregación Montecarlo de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, sin lugar a dudas, todas las instituciones son parte de un pasado, viven un presente y proyectan un futuro con esperanzas de bienestar y servicio, buscando permanecer en el tiempo con la esencia que les dio origen. Como institución eclesial no es posible ignorar la historia; es necesario conocerla y valorarla sin jactarse del pasado ni conformarse con lo logrado, pues siempre habrá desafíos que representarán, seguramente, nuevas y otras oportunidades para vivir y manifestar nuestra fe cristiana como comunidad.
El centenario de la Congregación fue testigo del tránsito de generaciones de miembros que dejan abierto un camino, una senda que invita a caminar en unidad desde nuestra convicción de fe en Jesucristo, guiado por su testimonio de vida, muerte y resurrección. Esa convicción debe ser el fundamento y la esencia para caminar y transitar cada proceso y cada día con fe y esperanza, seguros de que el amor de Dios siempre acompaña.
Queremos que la lectura de este mensaje inspire y fortalezca a cada una de las personas que conforman y sustentan esta comunidad de fe. A los presentes, nuestras generaciones sucesoras y futuro de la Iglesia, decirles que los valores y la fe se fortalecen en la unidad de los hermanos y el testimonio de Jesucristo en nuestras vidas diarias.
Formación de comunidades
La presencia de esta Iglesia en Misiones comienza en 1904 en la Picada San Javier, Cerro Cora. La primera congregación nació el 16 de abril de 1911 en Leandro N. Alem.
En Montecarlo
En 1924, Andreas Richart asume el pastorado en la Congregación Misiones Sur. En junio de ese año llega a caballo por primera vez a Montecarlo para dar su primer culto 29 de junio de 1924 en el Hotel Inmigrantes de la familia Naujorks. En esa ceremonia son bautizados Adalbert Ernst Wrasse y Meta Margarethe Erfurth y confirmados los hermanos Alvina y Arnold Naujorks. Esa es la fecha de fundación de la Congregación Montecarlo de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, tomada desde un criterio teológico. Para que esto fuera posible, apenas llegaron las primeras familias evangélicas, se convocaron pidiendo ser atendidos pastoralmente. Las primeras reuniones se realizaron en casas y galpones de familias hasta que se inauguró el primer templo -de madera con techo de zinc- el 2 de octubre de 1927 en el mismo lugar donde se ubica actualmente. Ese terreno fue comprado a Teodoro Drescher.
La torre de ese primer edificio fue refaccionada en 1934 para poder colocar la campana que fuera donada por la compañía naviera Hamburg–Amerika–Linie. Años después se decide la construcción de un templo de material, inaugurado el 26 de septiembre de 1948, conservando la torre de madera y el vitreaux antiguo. Además del templo en Montecarlo se crearon otros lugares de predicación para acompañar a las familias del lugar.
•Itacuruzú: En 1933 se construyó en el valle del Pedregozo un edificio de madera destinado a una escuela. El pastor fue autorizado a realizar en ella los actos religiosos. El predio de 1,5 hectáreas había sido donado por Hugo Reckziegel para ser destinado a iglesia, escuela y cementerio. Al ser expropiadas las escuelas alemanas en 1945, el edificio de madera con techo de zinc fue destinado a templo. Hasta hoy se siguen congregando allí miembros radicados en la zona de Itacuruzú.
•Caraguatay: Desde 1925 hasta 1957 se congregaban en casas de las familias de Carlos Weyreuter, Johannes Waidelich (p), Schrank y Feierabend. El 31 de marzo de 1957 se inauguró el primer templo sobre un lote 2500 metros cuadrados, donado por la familia Weström. La construcción estuvo a cargo del señor Texdorf. Actualmente participan del culto, quienes viven en chacras de la zona.
•El Alcázar: Las reuniones se hicieron a partir de 1945 en las casas de Gottlieb Dieterich, Cristian Frank, Kurt Hönig y de las familias Neuenfeld y Buchweiss. El 12 de abril de 1959 se inaugura una capilla de madera sobre la propiedad de Adolfo Max Hoffmann. En sus inicios aparece bajo el nombre de Paranay. En el año 1970 se inaugura el templo actual de material sobre el terreno donado por la familia de Kurt Hönig.
Filiales que ya no existen
•Guatambú: a partir de 1925 se hicieron las reuniones en casa de la familia König. El 11 de octubre de 1936 se inauguró una capilla de madera sobre la propiedad de Emil Mayer, quien la construyó junto con Juan Laumann. En 1957 se puso a la venta la capilla, desconociéndose las razones.
•Neudorf: el primer dato registrado es un bautismo realizado en una casa de familia en 1940. Los primeros cultos celebrados por el pastor Ernesto Heuser se hacían en galpones y casas de familias. Esas familias de Alto Itacuruzú eran inmigrantes provenientes de Polonia. En 1947 estuvo terminado el pequeño templo que había sido el deseo de todos los recién llegados. Estaba ubicado sobre un lote propiedad de Polzin. En 1983 ese templo fue trasladado a Tarumá sobre la propiedad de Armin Rauh, refaccionado para ser usado como albergue para los distintos campamentos.
•Colonia Laharrague: entre 1961 y 1963 se celebran cultos en la casa de la familia Rusch. Balduin Britzius había donado una parcela de tierra, y también había chapas para la construcción de una capilla. Pero por desacuerdos y discusiones entre los que se congregaban, no prosperó la construcción de la capilla, ni posteriores celebraciones.
Durante mucho tiempo desde Montecarlo eran atendidos otros puntos de predicación que, dadas las distancias geográficas y fundamentalmente la creación de nuevas Congregaciones, pasaron a ser filiales que pertenecen a otras congregaciones como San Alberto, Puerto Rico, Ñacanguazú (actual Hipólito Yrigoyen), Oro Verde, Capioví, Ruiz de Montoya (conocida como Línea Cuchilla).
Acciones comunitarias
•No a las represas hidroeléctricas: la Iglesia se basa en las Sagradas Escrituras, para defender la conservación del medio ambiente. Así se participó a través de los años en jornadas de reflexión realizadas en Misiones y en países limítrofes.
•Consejo Multilateral de Políticas Sociales: se participó desde su creación en septiembre de 2001.
•Préstamo de las instalaciones del salón parroquial: en diferentes oportunidades se cedieron las instalaciones a grupos de autoayuda o de capacitación: Alcohólicos Anónimos; Grupo Renacer, grupo de ayuda mutua para padres que han perdido hijos a través de la muerte; Asociación Luchadores Contra la Obesidad (ALCO); grupo plantas medicinales y cursos de cocina, costura y tejidos.
•Préstamo del departamento de huéspedes: entre 2000 y 2004 se prestó el departamento a los médicos pasantes de la Universidad del Nordeste que hacían su pasantía en el Hospital de Área de Montecarlo.
La vida de la congregación
Algunas acciones diacónicas individuales y grupales realizadas en 95 años de vida congregacional.
•Ayuda a Alemania: después de la Segunda Guerra Mundial se levantaban colectas para enviar paquetes y donaciones a Alemania.
•Ayuda: a nivel local, el otorgamiento de becas y ayudas a personas en situaciones difíciles, fueron y son actos diacónicos.
•Hogar de niños Divina Misericordia: desde 1996 se colabora con un aporte mensual fijo a través de la boleta de la CEML. En forma irregular se ayuda con colectas de cultos con destino al hogar. También los niños de la catequesis infantil han colaborado con el hogar.
•Escuela de Horqueta: en los años ‘70 se ayudó a los 60 niños de la escuela de Horqueta en el comedor escolar. Se refaccionó y modificó el edificio. Se prestó asistencia médica con la colaboración de la Dra. Luisa Neuberger. También se encaminaron becas para jóvenes que pudieran asistir a la Escuela Doméstica de Eldorado.
•Guardería infantil: en 1 de marzo de 1977 se puso en funcionamiento una guardería para niños de 2 y 3 años que estuvo a cargo Ely Fuchslocher. Lamentablemente tuvo que cerrar al cabo de 3 años.
•Hogar de ancianos San Roque: desde el inicio se apoyó con recursos financieros y humanos al grupo de vecinos que creó el Hogar de Ancianos San Roque. El 1 de julio de 1978 comenzó a funcionar sobre la Av. El Libertador en las instalaciones del viejo hospital. En varias oportunidades la congregación se acercó al hogar con ayudas económicas propias, de la IERP o de Alemania. Se colaboró con cemento, ladrillos y dinero para la construcción del pabellón central. Durante años se colaboró con el comedor del Hogar de Ancianos durante la Fiesta de la Flor. Se asiste a los ancianos una vez al mes con una tarde de reflexión, cantos y alabanza y una merienda.
•Comité de emergencia social: en 1989 se decidió integrar esta comisión a nivel municipal. Se colaboró con alimentos y chapas. Se participó con donaciones y personas voluntarias que ayudaron en el trabajo social en el Barrio Paz. También se armó una huerta comunitaria.
•Apoyo escolar: en 1997 se comenzó con el apoyo escolar a alumnos de 4º y 5º grado de las escuelas públicas de la localidad. Colaboraban docentes jubilados interesados en la actividad. La congregación cedió el espacio físico y los materiales didácticos. A los niños se les brindaba merienda y se otorgaron viáticos a los de escasos recursos. También se dispone de elementos ortopédicos; Banco de dato de dadores de sangre; Ropero comunitario solidario, y Grupo de visitadoras:
Tenemos un pasado, vivimos un presente y nos proyectamos hacia el futuro…No es posible dejar de lado la historia, ni atarse al pasado ni conformarse con lo logrado. Esperan grandes desafíos que significan nuevas oportunidades para vivir y manifestar nuestra fe cristiana.
Las generaciones pasadas y presentes dejan abierto un camino. Un camino que se debe seguir desde nuestra convicción de fe en Jesucristo, guiado por su testimonio de vida, muerte y resurrección. Movidos por esa convicción como fundamento, podrá andarse cada día con fe y esperanza plena de que el amor de Dios siempre acompañará.
• Evangélica: porque anuncia la buena noticia del Evangelio de Jesucristo, contenido en el Antiguo y el Nuevo Testamento de la Biblia.
• Protestante: porque confiesa que, por medio de la fe de las personas, Dios renueva toda la vida a través de las Sagradas Escrituras. Esta renovación es una entrega gratuita de puro amor por el mundo dada en la vida y obra de Cristo.
• Ecuménica: porque promueve la unidad en la fe, el testimonio y el servicio para un mundo más justo y más pacífico. Este compromiso incluye su preocupación por el medio ambiente.
• Diacónica: porque entiende diaconía como servicio a la gente, sin distinción alguna de iglesia o religión. La IERP desarrolla este servicio junto a los socialmente menos favorecidos y marginados, a través de diversas obras solidarias en Argentina, Paraguay y Uruguay.
Autoras: pastora Emérita Mirta Asmores; Walter Plocher; Carlos Bittler; Yvvon Ehling; Elisa Minuth de Langhans.
Compiladora: Gertrudis Renate Waidelich. Licenciada y Profesora de Historia con Orientación en Ciencias Sociales. UNaM.












