En las próximas dos décadas, las estaciones de servicio se transformarán de manera radical, según vaticina la Inteligencia Artificial: impulsadas por avances tecnológicos, el cambio climático y la evolución en los hábitos de consumo, estas infraestructuras estarán en el centro de la transición hacia un futuro más sostenible y digitalizado.
Según la plataforma de Inteligencia Artificial Chat GTP, la electrificación será la protagonista. Con la popularización de los vehículos eléctricos, las estaciones contarán con numerosos cargadores ultrarrápidos capaces de recargar una batería en pocos minutos, reemplazando gradualmente los surtidores tradicionales de combustibles fósiles.
Además, se espera que el hidrógeno juegue un rol clave como alternativa para vehículos de celdas de combustible, con surtidores específicos para este propósito.
La generación de energía localmente también será común, utilizando paneles solares, turbinas eólicas y otras fuentes renovables, lo que permitirá que muchas estaciones sean autosuficientes.
De todo un poco y algo más…
Siempre según la IA, las estaciones de servicio también evolucionarán hacia centros de servicios multifuncionales: Ya no serán solo lugares para abastecerse o cargar baterías, sino que ofrecerán una amplia gama de servicios que incluirá supermercados, cafeterías, gimnasios e incluso espacios de coworking para quienes necesiten trabajar mientras esperan.
También podrían contar con talleres especializados en vehículos eléctricos y autónomos, donde se realizará mantenimiento, calibración de sensores y actualizaciones de software.
Todo esto responderá a la necesidad de aprovechar el tiempo de carga, que aunque sea breve, sigue siendo mayor al de una carga tradicional.
¿Chau playeros?
La automatización será una característica central. Muchas estaciones operarán sin personal físico, sustituyéndolo por asistentes virtuales y sistemas de pago automáticos integrados con aplicaciones móviles o los propios vehículos.
Incluso podría existir un modelo de suscripción, donde los usuarios paguen una tarifa plana mensual para acceder a servicios de carga o suministro ilimitado.
“La experiencia será fluida y personalizada, gracias a la inteligencia artificial y el análisis de datos, que permitirán recomendaciones basadas en los hábitos del cliente”, sentencia ChatGPT.
La conectividad y la sustentabilidad serán claves
Los vehículos inteligentes estarán equipados con sistemas que se comunicarán directamente con las estaciones, reservando cargadores o surtidores antes de llegar. Además, podrían enviar diagnósticos en tiempo real para programar mantenimientos o reparaciones automáticamente. Estas interacciones garantizarían una experiencia sin fricciones para el conductor.
La experiencia del cliente también será muy distinta. Se espera que las estaciones utilicen tecnologías como la realidad aumentada para ofrecer información sobre productos y servicios o incluso para guiar al usuario en tareas básicas de mantenimiento. Además, podrán ofrecer promociones personalizadas basadas en el historial de consumo y preferencias, mejorando la lealtad y el compromiso.
En cuanto al diseño, las estaciones del futuro estarán enfocadas en la sostenibilidad. Construidas con materiales reciclados y diseños ecológicos, muchas incorporarán espacios verdes y sistemas de reutilización de agua. Además, se esforzarán por alcanzar la neutralidad de carbono, compensando cualquier emisión derivada de sus operaciones.
Al fin y al cabo, se espera que dentro de 20 años la sostenibilidad sea tanto una exigencia de los consumidores como un mandato regulatorio.
Fuente: Surtidores









