Hay una cuota de ansiedad que es positiva, es la que nos impulsa cada día para encarar nuestras actividades y nos lanza a nuevos desafíos y proyectos.
Es la que nos mantiene esperando con entusiasmo a progresar en la vida y ahora esperando la Navidad.
Cuando la ansiedad se convierte en obstáculo para avanzar en el día a día y en lugar de traerte entusiasmo te causa angustia debes reconocer que esa ansiedad se convirtió en un problema y debés prestarle atención.
Si te encuentras en esta situación y ya estás preocupada por las personas que vendrán para la Navidad esto hace que te desesperes por lo que aún no ha sucedido y, tal vez esos parientes que crees que están por venir, tal vez no lo puedan hacer este año. Cuidado tal vez tu visión de futuro es muy negativa y el final de la historia que estás armando mentalmente sea nefasto por ello te sientes estresada y en gran aflicción.
Si es así, déjame abrazarte antes que nada porque la ansiedad no solo te sume en dolor y sufrimiento sino, que además altera a tu entorno.
Veamos tips que puedan ayudarte. No necesitas ni asumir toda la responsabilidad ante la posible presencia de los parientes, menos los gastos lógicamente. Organiza esa posible venida de parientes. Simplemente preguntándoles qué desean hacer este año para Navidad. Con esa simple pregunta ya te darás cuenta con tiempo cuáles son sus planes.
Enfrenta los pensamientos negativos porque estos pertenecen al ámbito de la ficción. Confróntalos con la realidad de las experiencias que estás viviendo, y siempre tener el control de tu mente.
Respira profundo y repite mentalmente: No me angustiaré por cosas que todavía no suceden. Esta victoria es posible, te lo aseguro.
Elena Cacerez Echevarria
Cosmiatra
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