POSADAS. En conferencia de prensa, los empresarios del Grupo Z y Bencivenga blanquearon ayer sus pretensiones económicas. Piden un 40% de aumento en el precio del boleto urbano mínimo y las subas en tarifas del sistema integrado de transporte para el área metropolitana (que incluye también a Garupá y Candelaria). El pedido, aseguraron, es similar a la suba que se autorizó en Buenos Aires.Pero existen diferencias: no solo el servicio que prestan en Posadas y alrededores es de menor calidad (menos frecuencias, estado de los micros, ausencia de controladores fiscales, sin boleto electrónico, etc), sino que el valor del boleto mínimo en aquella ciudad es inferior al que rige hoy en la capital misionera (2,50 pesos).Con el pedido de aumento de los empresarios, el mínimo del boleto debería ubicarse en 3,50 pesos, una cifra duramente cuestionada por el diputado provincial Claudio Wipplinger (partido Trabajo y Progreso), quien logró hace pocos meses conseguir que la Subsecretaría de Transportes de la provincia le informe oficialmente con números en poder del Gobierno sobre el funcionamiento del transporte urbano (ver recuadro).Como ya es una costumbre, los empresarios volvieron a supeditar a la suba del boleto una mejora en la calidad de los servicios. Hasta no hace poco habían asegurado que los aumentos aplicados este año eran incluso para cumplir con la llegada de la SUBE, cuya implementación quedó en el camino mientras el boletazo está vigente.Eduardo Zbikoski, del Grupo Z, que controla las empresas Don Casimiro, Nuestra Señora de la Candelaria y Tipoka, dijo que “nosotros los controles lo hacemos siempre y no tenemos problema en que sea auditado o que el mismo Gobierno los controles”. La frase deja a las claras la falta de decisión política del gobierno de Maurice Closs en llevar adelante los controles que permitan saber con precisión los costos empresarios, cantidad real de pasajeros transportados, entre otros datos.“Si tenemos buenos ingresos se va a cumplir con las inversiones y compromisos asumidos como la construcción de la nueva estación de transferencia”, agregó como justificativo el empresario. Y en ese sentido hasta prometió arreglos de paradas de colectivos.En días previos, los mismos empresarios se reunieron con el defensor del Pueblo posadeño, Marcelo Vairo, quien se mantuvo silencioso frente a las versiones ahora confirmadas respecto al reclamo de un nuevo boletazo. Ahora se espera saber si Closs “regalará” a los misioneros un nuevo golpe a los bolsillos a fin de año. “No debe subir, debe bajar”Una de las pocas voces conocedoras del transporte urbano de pasajeros es la del diputado Claudio Wipplinger, quien viene confrontando con datos oficiales y detalles técnicos cada pedido de aumento en el boleto en Posadas y alrededores.Wipplinger ratificó que los actuales valores del boleto urbano “son una usura para el bolsillo del usuario. Esto sigue siendo avalado por el gobernador de la provincia (Maurice Closs) que es quien firma cada resolución de aumento”, aseguró el diputado.Destacó que “la misma información que está dando el grupo empresario da más de 3,5 veces más de boletos vendidos que lo que la propia Subsecretaría (de Transporte) muestra, siendo que el organismo remarcó que los valores están cruzados con la AFIP. Ahí nomás demuestra que todos los números esta dibujados”.Respecto al argumento empresario de una baja en los montos de subsidios que gira la Nación a las provincia para las empresas, Claudio Wipplinger dijo a PRIMERA EDICIÓN que “los subsidios se seguirán dando, no subirán, pero tampoco se bajarán. Si tenemos una inflación real del 25%, ya entrar con la ridiculez de pedir un 40% de aumento, por donde se lo mire no tiene fundamentos, es totalmente descabellado. Pero es un juego habitual empresario, donde piden más tarifa, para que el gobernador y el subsecretario de Transportes queden como los “buenos” al haber bajado un poco la pretensión empresaria”, advirtió.Wipplinger, dijo que “Closs incluso, si aprueba este nuevo boletazo, entrará en abierta contradicción con la presidenta Cristina Fernández al autorizar una suba por encima de las cifras oficiales de inflación del 9%, cuando este año el boleto ya tuvo una suba del 25%”. Finalmente, ratificó que el valor actual del boleto puede estar en 1 peso, teniendo en cuenta incluso un margen de rentabilidad empresaria para invertir en el servicio. “Es descabellado pensar en un nuevo aumento de boletos. En realidad, debe bajar”.





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