Javier Milei cumple hoy nueve meses en el poder y para los argentinos viene siendo un proceso del que nadie salió indemne.
La realidad a la vuelta de este tiempo de gestión es que el semáforo de rendimientos deja muy poco margen para el verde y mucho para el rojo, dado que algunos indicadores incluso empeoraron en forma alarmante.
Aunque con contextos relativos, la inflación y la estabilidad de los tipos de cambio financieros y paralelo son dos aspectos para destacar. El equilibrio fiscal, la recaudación, la desocupación, la acumulación de reservas, las inversiones y el Riesgo País ocuparían la luz amarilla.
El rojo, sin embargo, es el que más daño causa al tejido social porque abarca a la mayoría de los argentinos. Todos los indicadores de la economía real, la pérdida de PyME, la brutal caída de la actividad económica, el monumental aumento de la pobreza y la indigencia, la evidente pérdida del salario real entre registrados, no registrados y públicos, el desplome de actividades neurálgicas como la metalurgia, la construcción y el consumo, son los temas que el Gobierno no solo no resolvió, sino que empeoró notablemente en los meses que lleva en el poder.





