El futuro del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) se convirtió en un punto de quiebra entre los diferentes eslabones que componen esta economía. Por un lado, están quienes lo defienden y vociferan que harán una férrea defensa del mismo. Y por el otro, aquellos que marcan que el organismo se convirtió en un espacio para realizar política y se alejó de sus objetivos iniciales: garantizar el equilibrio de toda la cadena.
Estas posturas nuevamente quedaron encontradas en los últimos días debido a diferentes señales que hacen pensar que el INYM podría seguir los pasos del INADI, cuya disolución fue anunciada la semana pasada.
Del lado de la mirada más crítica se encuentra Raúl Karaben, titular de la cooperativa de Santo Pipó, la principal exportadora de la provincia.
“El INYM tiene funciones muy interesantes. Lo que pasa es que, lamentablemente, los últimos años han distorsionado tanto políticamente que lo desacreditaron y lo siguen haciendo. Ese es el problema.
“Lamentablemente, todo lo bueno que tenía el Instituto, se perdió”, añadió.
Para Karaben, “el Instituto está pagando el costo de no haber hecho las cosas bien en su debido momento”. “Cuando la defensa no es el productor, sino defensa de intereses políticos, no sirve”, cuestionó.
De acuerdo al presidente de Piporé, el libre mercado puede dar buenos resultados para toda la cadena yerbatera.
“Hay 20.000 cosas que se venden en el país de productos agropecuarios, y ninguno tiene un precio regulado por el Estado. Entonces tenés que competir, tenés que trabajar, tenés que producir, trabajar tus costos y demás. Y se sale adelante con las distintas producciones que hay. No veo a nadie pidiendo un instituto de la mandioca, un instituto de la lechuga, un instituto de cada cosa. Es un absurdo”, remató.
Según Karaben, “hay que trabajar correctamente en las regulaciones, pero no en las prohibiciones”.
“Donde empezás a prohibir, distorsionás absolutamente el mercado”, remató. Otra cuestión que subrayó el entrevistado, son los números “engañosos” que presenta el Instituto, haciendo referencia principalmente al récord de consumo interno del 2022 que el INYM anunció con bombos y platillos a principios de este año.
“El consumo no está superando el crecimiento poblacional. La cantidad de kilos consumidos per cápita año a año viene disminuyendo. Entonces, ahí es donde yo creo que hay que mirar. Preguntarnos por qué el consumo per cápita disminuye. Entonces no me parece que estamos viviendo un excelente momento”, concluyó Karaben, quien advirtió también que vienen perdiendo mercados ante Brasil y Paraguay.
“Saldremos a las rutas”
Por su parte, el director por la producción en el INYM y presidente temporal del Instituto, Jonas Petterson, salió al cruce del “intento de eliminar” el organismo y anticipó que habrá una defensa desde las rutas por parte del sector primario.
“Aunque hoy haya muchos que digan que no va a ocurrir, o que traten de poner su opinión política sobre lo que pasa en el sector, la realidad es que si la actividad yerbatera se desregula, la misma situación de los productores nos va a hacer que salgamos a la calle como fue en el 2001. No hay dudas al respecto”, manifestó.
Petterson criticó el intento de la Nación de ir hacia la desregulación del mercado. “Es una barbaridad”, apuntó.
“Todos los productores sabemos lo que vivimos sin el INYM y lo mal que la pasamos. Que ahora un Gobierno que recién asume quiera eliminarlo, me parece una locura”, declaró.
Posteriormente, el productor yerbatero manifestó que “le preocupa cada vez más” las señales que da la Casa Rosada de eliminar el Instituto.
“Hay días que deja de ser solamente una amenaza y la verdad no sé qué pretende con esto. Nunca vi un gobierno que amenace con cosas como estas a poco de asumir”, aportó.
En este contexto, Petterson evaluó como “lógico” que exista un organismo que “controle la calidad, fije las condiciones para permitir el equilibrio del sector y acompañe a los productores”.
“El INYM se maneja con una caja propia que surge del sector y que no depende del Gobierno (…) Es un Instituto con las cuentas ordenadas.¿Por qué querer eliminarlo?”, remató.
El INYM y una nueva sesión de precios
Este jueves está programado una nueva sesión de precios en el edificio del INYM ubicado sobre la calle Rivadavia en Posadas.
El anterior encuentro fracasó debido a que la industria y el Gobierno de Corrientes pegaron el “faltazo” y no dieron el quorum para arrancar el debate.
“Una buena parte del INYM le hizo sistemáticamente la guerra a Corrientes. Y la ausencia de la provincia seguramente respondió a esto”; evaluó Raúl Karaben de la cooperativa Piporé.
Mientras tanto, un sector del Instituto, especialmente los productores, acusaron a la industria y a Corrientes de trabajar en conjunto para voltear al INYM.
En el mientras tanto, lo que ocurrirá con el precio de la materia prima sigue siendo un misterio para los más de 12 mil productores que tiene la actividad distribuidos en el norte de Corrientes y todo Misiones.
Es más, el sector primario ya habla de un valor de $700 el kilo de hoja verde, algo muy lejano a los $350 en promedio que empezaron a pagar algunos secaderos y cooperativas esta semana.







