Algunas de las empresas líderes, y también PyME, de distintos rubros ingresaron este jueves en un virtual feriado hasta la próxima semana. Por lo menos, hasta que se conozca el resultado del balotaje de este domingo. La incertidumbre política es un verdadero veneno para la actividad económica.
No solo se desconoce si ganará Javier Milei o Sergio Massa, sino que hay un desconocimiento total sobre las medidas que podrían tomarse el martes que viene, el primer día hábil tras la segunda vuelta.
“No hay precio. Pedidos suspendidos”, fue la frase más escuchada por supermercados mayoristas y autoservicios. “Hasta nuevo aviso”, cerraba el mensaje.
La situación obligó a algunas cámaras comerciales a apurar reuniones urgentes para evaluar la situación.
En forma paralela, algunos de las fabricantes de alimentos y bebidas anunciaron aumentos para la próxima semana, en algunos casos por segunda vez en el mes. Es el caso de una compañía líder de gaseosas, que aumentó un 10% los precios a comienzos de noviembre y otro 9% a partir del martes que viene.
Ventas suspendidas
En el caso de los productos de la canasta básica, hubo suspensión en las ventas de harina, fideos y arroz. En este último caso, ya se vienen observando fuertes ajustes en los precios desde hace varios meses.
Hay otros segmentos, como enlatados -ya sea de atún o de legumbres y frutas- que vienen con serios problemas en las entregas desde hace varias semanas. Y ahora esas trabas se agravaron. Se trata de algunos productos que ingresan desde el extranjero, y que se ven con dificultades ante la escasez de dólares en el Banco Central.
En el mercado de las carnes, también hay demoras en las entregas. Pero no por la falta de oferta en Cañuelas, donde las operaciones se vienen realizando a buen ritmo, sino por las deudas en las que viene incurriendo el comercio minorista.
“Se estiraron los plazos de pago. Hay mucha deuda en la calle. Algunos pagos, que deberían ser a siete días se alargaron a 18 días, y por eso los precios se mueven”, explica a iProfesional el consultor Andrés Costamagna.
La falta de entregas y la suspensión de los pedidos abarca a otros rubros: desde ferretería a materiales para la construcción. Dos rubros que muestran serios inconvenientes en sus operaciones en momentos de estrés cambiario o gran incertidumbre, como la actual.
Manda la cobertura
Así como en el mercado financiero, los financistas vienen optando por coberturas ante la posibilidad de una devaluación y de un salto inflacionario -e incluso por la chance de una dolarización, sin dólares dentro del Banco Central-, entre las empresas de la economía real también mandan las coberturas ante lo desconocido.
Esas fábricas aplicaron fuertes alzas en los precios, como quedó dicho más arriba. La estrategia fue a través de remarcaciones directas o bien con el lanzamiento de nuevos productos, prácticamente idénticos a los anteriores que estaban bajo la lupa de los controles oficiales.
La conducta atraviesa distintos sectores económicos y a los tamaños de las empresas. Se trata de un comportamiento a la defensiva en medio de la crisis económica y la enorme incertidumbre por lo que vaya a ocurrir con la economía a partir del martes 21, el primer día hábil tras el balotaje.
