
La verdad os hará libre,
¿será la mentira la que en nosotros vibre?
Si la premisa a obtener es la verdad,
¿por qué nos la ocultan con frialdad?
Y si así fuera, ¿cuál es entonces su objetivo?
¿Será para que trabaje yo mismo conmigo?
Si ella oculta está,
¿no la taparán los míticos velos, teniéndola por detrás?
Como varios los velos son,
¿será que irán cayendo con cada veraz información?
Ya que mentira y verdad son información,
¿cómo elijo yo para mi mejor formación?
Si con el 4% de ella nos manejamos,
y el 96% restante Dios nos la puso a la mano,
para adentro de nosotros mismos, ir es menester,
obviar la matrix de fuera, es nuestro deber.
Y si libre la verdad nos hará,
mantenernos en ignorancia pasa a ser un acto de maldad.
¿Y de quiénes somos prisioneros?
De aquellos que imponiendo creencias se constituyen en carceleros.
La física “cuántica” estudia lo mínimo en que puede dividirse la partícula hasta llegar al nivel subatómico, estas partículas se denominan “cuantos”, que vibran creando la ilusión de una realidad física, por lo que todo es energía.
Éstos se comportan como onda o como partícula según el observador, o sea que tienen inteligencia y conforman un campo cuántico que es todo información del cual somos una extensión y al cual tenemos acceso; salimos y entramos 7,8 veces/seg y cada vez que volvemos traemos información veraz cayéndosenos un velo de ignorancia de nuestros ojos, integrando de esta manera el 4% del lóbulo izquierdo del cerebro, que tenemos activado, con el 96% desactivado del derecho.
Buscamos fuera en lugar de dentro nuestro porque estamos condicionados a buscar partícula y materia en lugar de energía e información.
Este trabajo de ir para dentro nos es vedado por creencias impuestas por culturas, religiones, familia, etc., éstas son parte de la matrix, y pasan a formar el inconsciente que nos maneja la vida, manteniéndonos prisioneros, víctimas de un sistema perverso que pone a Dios afuera, impidiendo que lo encontremos dentro.
Debemos convertir en habilidad el ir para dentro y no esperar que una crisis nos empuje a hacerlo.





