
Nadie espera que esto ocurra en el primer semestre, por lo tanto será difícil que el anuncio se haga realidad en el transcurso de este 2021.
Mientras tanto, en 17 días más, el Presidente debería llevar una respuesta a los gobernadores del Norte Grande que se reunirán en Catamarca sobre una tarifa eléctrica subsidiada para el NEA y el NOA, fundamentada en que ambas tienen las temperaturas más altas del país y -en consecuencia- un mayor consumo de luz.
Si realmente Fernández pusiera en práctica ese federalismo que tanto declama, no habría mucho para discutir respecto al pedido de las provincias del Norte Grande. Esa mirada federal que se tiene desde hace años con el sur del país, permite que allí el precio del gas esté subsidiado debido a tener las más bajas marcas térmicas.
Lo peor que le podría pasar a ese postergado Norte Grande, es que el Presidente ate esa decisión de otorgar un tratamiento diferencial tarifario al futuro proyecto de ley que promete enviar al Congreso.
De esa manera, ganaría tiempo político y financiero (con las arcas del Estado muy complicadas por el déficit) pero los ciudadanos que habitan esta parte del país seguirían sufriendo la injusticia y la falta de práctica del federalismo. Para colmo, sin las garantías que la futura ley se promulgue y con los largos tiempos que puede implicar su implementación.
Prueba de ese temor al veto, quedó demostrado con las Áreas Aduaneras Especiales que se aprobó por ley, que Fernández apoyó estando en Misiones y luego las “bochó” a pedido del ministro de Economía Martín Guzmán.
Misiones necesita tarifas de servicios más bajos, sin perder la garantía de inversiones y mayor mantenimiento de la red eléctrica para no seguir padeciendo los continuos cortes de luz.




