El Partido Conservador obtuvo una aplastante victoria en los comicios del jueves, al ganar 365 de los 650 escaños de la Cámara de los Comunes, frente a los 208 del Partido Laborista y 48 del independentista Partido Nacionalista Escocés (SNP), que se reafirma como tercera fuerza parlamentaria.
El Partido Liberal Demócrata, el único de los nacionales que defendía revocar la salida de bloque comunitario, quedó con 11 diputados tras perder uno, mientras que el Partido del Brexit, que propició el triunfo de los tories al arrastrar votos laboristas, no logró ninguno.
El contundente triunfo de los conservadores fue posible gracias al apoyo de antiguos electores laboristas que cambiaron su voto para impulsar el Brexit, hartos tras más de tres años de idas y vueltas en la negociación de retirada de la UE.
Con 59 escaños menos, los laboristas obtuvieron el peor resultado electoral en 85 años y quedaron sumidos en una crisis, que ya se cobró la renuncia del hasta ahora líder del partido Jeremy Corbyn, quien dejará su cargo a principios del próximo año.
Johnson, por su parte, celebró su victoria y agradeció la confianza de los británicos en un discurso a las puertas de su residencia oficial en Londres, tras ser investido por la reina Isabel II, reportó la agencia de noticias EFE.
El líder conservador, que entre 2008 y 2016 fue alcalde de Londres, agradeció su apoyo a los ex simpatizantes laboristas que en estos comicios le dieron su sufragio y prometió mantener esa “confianza” invirtiendo en servicios públicos.
El premier se comprometió a gobernar como “una sola nación”, tanto para aquellos que apoyaron como para aquellos que rechazaron el Brexit, y propuso trabajar con la UE “como amigos e iguales en soberanía” para “construir una nueva relación” en 2020.
“Insto a todos a encontrar el cierre y dejar que comience la curación”, expresó Johnson en referencia a las divisiones generadas por el referendo de 2016, en el que el 52% de los británicos respaldo la salida del bloque comunitario.
Tras ejecutar la retirada de la UE, Johnson deberá negociar un acuerdo comercial con el resto de los países miembros, algo que ahora podrá hacer arropado por una amplia mayoría parlamentaria.
Con o sin acuerdo, el 31 de enero el Reino Unido será el primer país en abandonar el mayor bloque comercial del mundo, al que perteneció durante 46 años.
Aunque muchos líderes de la UE se sienten aliviados porque la interminable saga del Brexit parece estar llegando a su fin, muchos otros lamentan la partida de uno de sus Estados miembro de mayor peso.
Pese a obtener la mayor victoria conservadora desde 1987, que ha sido bien recibida por los mercados económicos, el mandato de Johnson no estará exento de desafíos.
Además de unir al país y a su propio partido, deberá hacer frente a las demandas del SNP escocés, que con su ampliada presencia en los Comunes tratará de forzar un nuevo referéndum sobre la independencia de Escocia, tras haber perdido uno en 2014.
Por otra parte, el avance en Irlanda del Norte de los republicanos proeuropeos del Sinn Féin, frente al ligero retroceso del Partido Democrático Unionista (DUP), ex socios del gobierno de Theresa May, podría auspiciar en la región un plebiscito sobre la posible reunificación de la isla de Irlanda.
Fuente: Agencia de Noticias AFP/NA