POSADAS. Un mecánico que estaba detenido tras ser acusado de asesinar al comerciante Rubén Darío Gómez, fue liberado tras el cambio de calificación en la causa de “homicidio simple” a “homicidio en estado de emoción violenta”, señaló un portavoz judicial. El hecho por el cual el hombre se hallaba tras las rejas fue perpetrado el 10 de marzo pasado, sobre la avenida 117 del barrio Aeroclub de la capital provincial. La causa era investigada por el juez de Instrucción 3, Fernando Verón, quien modificó el auto de procesamiento del sospechoso tras analizar nuevas evidencias e indicios. Tal como adelantó este diario, el defensor oficial de Instrucción 3, Marcelo Ozuna -a cargo de la defensa del imputado-, en su momento planteó la teoría de que su defendido haya actuado en “estado de emoción violenta” al creer que habían asesinado a su hijo y que el autor había sido Rubén Darío Gómez. Y recordó que el crimen del comerciante estuvo precedido por un altercado entre éste, y un grupo de allegados, con el hijo del mecánico. Para el abogado hubo un error de lectura de los hechos y que fue aclarado en la primera reconstrucción. En su óptica, la equivocación de la instrucción se produjo al creer que el mecánico se enteró de boca de su hijo que lo habían intentado matar y que salió del taller con un arma dispuesto a hacer justicia. Ozuna consideró que su defendido se anotició del incidente a través de un cliente. Este iba en moto detrás del camión que habían reparado y que conducía el hijo del mecánico. Así fue como vio todo el altercado y regresó para avisar el mecánico. “Allá están matando a tu hijo”, le habría dicho. El acusado tomó la moto, un viejo pistolón y salió hacia la dirección que le dio el camionero. Al llegar, encontró sólo el transporte de carga que, poco antes, había terminado de reparar. De su hijo nada, ni una huella; únicamente manchas de sangre en el asiento del conductor. El camión tenía los vidrios delanteros y laterales destrozados, además de las ruedas traseras reventadas. En base a testigos siguió camino y en un tramo de la avenida 117, se topó con Gómez. Según lo que se escuchó en la reconstrucción, el comerciante le habría gritado “ahora venís a que te mate a vos”. Para Ozuna, el mecánico entendió que había matado a su hijo, se encegueció y en un estado de emoción violenta, sacó el arma y disparó al pecho del comerciante. Luego se entregó a la Policía.





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