
El precio de la carne también subió en promedio 10% en el transcurso del primer mes del año, algunos dicen que fue a causa de las inundaciones que afectaron la zona productora y otros afirman que es una suba pendiente para reacomodar los precios del año pasado. Vale recordar que en 2018 la carne subió un promedio de 35%.
El precio de la carne se incrementó entre 8% y 20% en lo que va del mes de enero. Los carniceros consultados por PRIMERA EDICIÓN aclararon que en general el promedio se ubicó en 10%.
Según explicaron, el mayor impacto se ubicó en los cortes que más se consumen en esta temporadas, como el asado, las costeletas o la carne para milanesas, mientras que otros que se compran mayormente en invierno, como la carne para la olla, se incrementaron menos o mantuvieron el precio.
Los referentes de la industria de la carne señalan que el 2018 fue un año positivo si se considera que la carne aumentó porcentualmente por debajo de la inflación, los precios no se incrementaron por encima del 35%, cuando la inflación llegó a superar el 50%. Sin embargo, en enero, la carne “está aumentando más que en diciembre”.
“Este último mes, pasamos unas fiestas con el lechón a $ 160, $ 200, y el kilo de asado a $ 200 hasta 250”, comentó un empresario, y agregó que hoy el asado se vende a $ 280, lo que implica un incremento del 20%.
Sin embargo, en enero, los precios aumentaron y se espera que continúen en alza todo el bimestre, especialmente después de que se aplique un nuevo incremento en las tarifas (especialmente la eléctrica), que tiene un gran impacto en el rubro frigorífico.
Durante 2018 la industria frigorífica sufrió una disminución en el consumo de 3 kilogramos per cápita, pasando de los 62 kilos por persona a los 58 kilos anuales, pero esto se vio compensado por un mayor consumo de pollo y cerdo.
Por su parte, el comerciante Nélson Lokoski señaló que la carne aumentó entre 20 y 40 pesos, según el corte.
“Hubo 10% de aumento en la carne y todavía puede llegar a subir más. Se había recuperado la venta, pero con la suba de precios la gente compra menos”, señaló en declaraciones efectuadas ayer a la prensa.
Según dijo, los aumentos se dan en los corte de vaca y novillo y se debería al problema de las inundaciones que afectaron a gran parte del litoral argentino. “La mayoría de productores hacen reserva de vientres”, comentó. Por ejemplo, en Posadas un kilo de pulpa estaba en 230 pesos y pasó a costar 260 pesos; lo mismo con el precio de la costilla. El aumento general fue de 20 a 40 pesos, según el corte.





