
Esas horas interminables en la playa, una piscina o parque, entregado a los rayos del sol que poco a poco van calentando la piel y pueden sumirlo en un estado de relajación pueden ser adictivos.
Científicos en Estados Unidos publicaron un estudio en la revista Cell en el demuestran cómo los rayos de sol estimulan la producción de endorfinas en la piel. Resultados que lo llevaron a concluir que broncearse puede causar adicción.
El equipo de la Escuela de Medicina de Harvard dijo que sus experimentos con ratones demostraron que la exposición repetida de rayos UV produjo adicción en los animales. No obstante, otros expertos consideran que describir esos resultados como “adicción” sería ir muy lejos.
En el pasado se ha sugerido que las personas pueden llegar a ser adictas al sol.
Un estudio sobre las camas de rayos UV arrojó que cerca de uno de cada tres participantes cumplían con la definición de adicción.
Mientras que otras pruebas mostraron que incluso podían aparecer los síntomas de abstinencia, como náusea, nerviosismo y temblores, cuando a los aficionados al bronceado se le daba un fármaco para tratar la adicción.
Los investigadores del Hospital General de Massachusetts y de la Escuela de Medicina de Harvard exploraron cómo podía ocurrir esta adicción.
Los ratones, con la espalda afeitada, fueron expuestos cada día, durante seis semanas, a lo que sería media hora del sol de mediodía de Florida (Estados Unidos). Descubrieron que la radiación UV estimulaba la producción de una proteína en la piel llamada proopiomelanocortina, que al dividirse en el pigmento melanina, da el bronceado.
Pero los científicos se dieron cuenta que la proteína también produce endorfinas, o sustancias químicas que dan placer.
Estas sustancias actúan en los mismos sistemas del cuerpo que otros opioidescomo la heroína o la morfina.
Cuando a los ratones les administraron fármacos que se usan para bloquear los opioides, como los de las clínicas de rehabilitación, presentaron síntomas de abstinencia.
Los ratones empezaron a evitar el lugar donde se le administraba el medicamento. Para los expertos, este comportamiento es la marca de un comportamiento adictivo.
Sin embargo, sus experimentos no mostraron a los ratones buscando activamente la luz UV de la misma forma que lo hacen los adictos lo hacen con las drogas.
Colabora
Alba Brandt
Cosmiatra
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