
“Los Embajadores estuvimos desde el primer momento”, dijo a este Diario Martín Moreno, uno de sus referentes. “Pusimos el auto a disposición el día de la tormenta, fuimos todos los días para ver qué necesitaban”, recordó. Entonces, querían darle un cierre a las actividades y se pensó en esta jornada solidaria de viernes para no pisarse con los festejos del domingo por el día de la madre.
Llevaron útiles, ropa, juguetes, así como pelotero y cama elástica e hicieron sorteos y una gran desayuno. “Todo se organizó en base a lo que ellos necesitaban y querían”, cerró Moreno.





