SAN JAVIER (Enviado Especial). César Otto Niklas es el nuevo hombre fuerte del IFAI después del presidente, Ricardo Maciel. Su cargo, al que llegó con el arribo de Maciel a la presidencia, es gerente de Proyectos y Programas; y tiene bajo su organigrama el polémico Departamento Técnico, donde cumplen funciones varios de los denunciados en 2008 por estafa.Niklas atendió el miércoles a PRIMERA EDICIÓN para dar explicaciones sobre la nueva metodología que impulsa el organismo para evitar la repartija de dinero sin éxito; y también salió al cruce de algunas denuncias sobre manejos irregulares que plantearon varios productores a este diario.En primer lugar dijo que el organismo, desde la gestión de Ricardo Maciel, decidió dejar de entregar dinero y en cambio se contrata a tres empresas que se encargan de hacer los trabajos en la chacra de los productores. Luego se les paga a las empresas el subsidio que llega a nombre de los productores. Y si es que los productores realizaron algunas de las etapas de producción le toca una porción del pago.Las empresas se encargan de todo, hasta de cobrar el cheque que llega a nombre de los productores y entregarle en efectivo la parte que le corresponde; siempre y cuando a los productores les toque alguna parte.Esta situación generó conflictos y sospechas con algunos productores. Uno de ellos, Alcides Litter, de Mojón Grande, quien plantó 12 hectáreas de caña con sus propios recursos y se le aprobó un subsidio no reintegrable por 82 mil pesos. La confusión del colono se generó cuando un técnico del IFAI le acercó el cheque y le pidió que lo endose, prometiendo que después le traería la suma de dinero en efectivo que le corresponde, menos de la mitad de la suma total.El productor se negó argumentando que debería ser él quien cambie el cheque en el banco. El técnico se retiró y al otro día Litter recibió una nota donde le informaban sobre su renuncia al programa y la cancelación del subsidio.Consultado por este tema, el gerente del IFAI, Niklas, dijo que el expediente de Litter contemplaba que la empresa tercerizada realice los trabajos de corte, carga, descarga, flete y plantación; y que por esta razón a Litter le correspondía un poco menos de la mitad del subsidio. El resto es el pago a la empresa por sus servicios.Sin embargo Litter explicó que ninguna empresa realizó trabajos en sus chacras y que todos los insumos fueron adquiridos con recursos propios.A este punto Niklas respondió: “el productor muchas veces se olvida de los servicios que se le presta, es la palabra de uno contra la de otro, pero a nosotros nos deja tranquilos que la caña está en el campo; no ocurre como en otros años cuando se invertía un montón de dinero y la caña no estaba”.Y luego endureció su postura: “a mí me llama la atención que hay un grupo de productores que fue connivente muchos años con el administrador del Ingenio (Marciano Martínez) y ahora que nosotros queremos poner claridad en el manejo de las cosas, saltan a reclamar. No sé cuales serán sus intenciones ni pretensiones…”, disparó dejando en el aire una acusación casi partidista.Otros dos productores contactados por PRIMERA EDICIÓN señalaron situaciones parecidas; Luis Pablo Batirola, de Panambí, y Jorge Kluge, de Mojón Grande.Los dos explicaron que solo recibieron semillas y abono por parte de los técnicos del IFAI y que el resto del trabajo lo realizaron con sus medios. Los dos quedaron endeudados por casi cuatro mil pesos por las semillas y el abono. Y respecto al subsidio, ambos firmaron cheques por casi nueve mil pesos, de los cuales Kluge recibió 3.300 pesos mientras que Batirola nada.Sobre esto también fue consultado Niklas y su respuesta fue tajante: “de un total de 60 productores, que tres acusen inconvenientes a mi no me preocupa. Tenemos otros 200 que esperan ingresar al programa y recibir los beneficios…”.Para finalizar, el Gerente de Proyectos y Programas del IFAI indicó que “vamos a cambiar la modalidad de prestarle servicios e insumos a los productores porque de esta manera intervienen muchos actores y se presta a un manejo discrecional”, reconoció.“La idea para el futuro es que la persona toma el servicio completo, se le hace todo el trabajo o solo se le otorgan insumos, pero no recibirá más un combo de servicios e insumos en una misma superficie; porque la mayoría son de una hectárea o menos y son demasiados actores para poca superficie”, culminó.El jueves visitó la cuenca cañera el presidente del IFAI, en esa ocasión se reunió con Litter y con otros productores que tienen estos inconvenientes a los que les prometió solucionar el problema para la semana del 12 de diciembre. En esa reunión, según contó un productor, a Niklas se lo vio malhumorado con los productores que plantearon quejas a Maciel, en cambio el titular del organismo tuvo buena predisposición para dialogar con los presentes. Nadie conoce a las empresasExtrañamente, hace casi un año que es Gerente de Proyectos y Programas, pero en la entrevista con PRIMERA EDICIÓN, Niklas no se acordó de los nombres de las tres empresas que operan en la cuenca cañera, encargadas de manejar todos los programas. El miércoles a la mañana prometió “hacer llegar de alguna forma” los nombres, pero hasta la publicación de esta nota no cumplió.Estas empresas, según Niklas serían tres, se encargan de las tareas de corte de semilla, flete, preparación de suelo, plantación y fertilización; además de repartir semillas y abono entre los productores.Por todos los trabajos y servicios en una hectárea el IFAI paga 13 mil pesos. El cheque llega a nombre del productor pero éste debe endosarlo y entregarlo al técnico del IFAI. De ahí en más, los productores no saben quién cobra el cheque, si son los técnicos del IFAI o los empleados de las misteriosas empresas. Lo cierto es que a los productores les entregan la parte de dinero en efectivo que le corresponde.Niklas tampoco pudo asegurar quién cobra. Solo dijo: “Las empresas se encargan de la facturación”.Lo cierto es que hay muchas dudas sobre las empresas entre los productores de la cuenca cañera. Ninguno de los consultados por este diario recibió ningún servicio de las empresas. Todos los contactos fueron con técnicos del Departamento Agrícola.Esta situación hace sospechar a los productores que algunos integrantes del IFAI forman parte de las empresas, o incluso dudan de la composición de las empresas y estiman que por esta razón los cheques llegan a nombre de los productores subsidiados. Se habla que hay empresas trabajando pero siempre se observa que son los técnicos del Depto Agrícola quienes recorren las ch
acras.Al no recordar Niklas los nombres de las empresas (que no son 50, sino tres según él) no hace más que convalidar las dudas de los colonos sobre las mismas.





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