POSADAS. Días después del cacerolazo del 8 de noviembre, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la suspensión del pago del Impuesto a las Ganancias a todos los trabajadores asalariados que tengan sueldos de hasta 25 mil pesos para la cuota del medio aguinaldo de diciembre.Los valores de salario mínimos sujetos a impuestos son de 7.998 pesos para un trabajador casado con dos hijos y 5.782 para un asalariado soltero.A un trabajador soltero que gana 7 mil pesos por mes, este año le retendrán por este impuesto 1.226 pesos, en lugar de 1.716. Son 490 pesos menos. Pero si el Gobierno hubiera aumentado el mínimo no imponible y las escalas salariales según la suba de la inflación, ese mismo trabajador no pagaría nada. En cambio, sigue abonando 1.226 anuales.De haberse ajustado los topes y montos fijos conforme a la inflación acumulada (398% en el período 1998-2012) los montos a partir del cual se debería comenzar a tributar serían 10.565 y 8.727 pesos para asalariados casados y solteros respectivamente, según reveló un informe de la Ieral. La investigación indica que el Impuesto a las Ganancias aumentó cinco veces su peso sobre los salarios de los trabajadores en la última década.En el otro extremo, quien gana como sueldo neto 20 mil pesos, después del anuncio de CFK pagará 3.500 menos, pero aún así Ganancias le representará el equivalente a casi dos sueldos y medio por año (47.691 pesos anuales).Al acotar la medida al medio aguinaldo de diciembre y no haber actualizado el mínimo no imponible, la distorsión que Ganancias provoca sobre los salarios y las jubilaciones se mantiene sin cambios sobre todo el ejercicio fiscal 2012 y continúa en 2013 hasta tanto se modifique la base imponible del impuesto.Si hubiera seguido la inflaciónSi el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias hubiera seguido el mismo porcentaje de inflación muchos trabajadores que hoy tributan estarían exentos o tributarían mucho menos.Por ejemplo, según la Ieral, para el caso de un trabajador casado con un sueldo bruto de 15.000 pesos, si se hubiesen ajustado todos los años los determinantes del impuesto por la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC), debería estar pagando un 1,1% de su salario en Ganancias. En cambio, bajo la situación vigente, aporta 2,6 puntos de presión tributaria adicional.Para igual salario bruto, en el caso de un trabajador soltero la situación es de un incremento mayor en la presión tributaria del Impuesto a las Ganancias. Mientras que en 1998 habría tributado 1,5% de su salario, al año 2011 por ajuste insuficiente por inflación se encontró tributando 6,5%.Comparando los valores asumidos por el mínimo no imponible respecto a los valores de canasta básica alimentaria y total se encuentra que, para el caso de un soltero, en el año 1998 el mínimo no imponible representaba el valor de más de 25 canastas alimentarias (que delimitan los niveles de indigencia en la población) y casi 11 canastas totales (asociadas a la medición de pobreza).





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