BUENOS AIRES (NA). Un grupo de acreedores de la Argentina que no aceptaron ingresar a los canjes de deuda en 2005 y 2010 revelaron que preparan una demanda contra el país para cobrar unos 6.300 millones de dólares. “No le puedo revelar cuál va a ser nuestra estrategia, pero le puedo decir que nos estamos preparando para actuar”, afirmó Rudolph Di Massa, director de Quiebras en el estudio de abogados Duane Morris de Filadelfia, que representa 100 italianos, casi todos jubilados que compraron bonos argentinos en el 2001.El letrado le dijo a un matutino porteño que los acreedores que iniciarán la nueva demanda compraron justamente porque creían que eran bonos seguros, ya que fueron emitidos bajo la ley de Nueva York. A estos bonistas se los denomina “me too”, es decir, los “yo también” y son tenedores de bonos argentinos en default que, tras el fallo del juez Thomas Griesa, se preparan para sumarse a los fondos buitre en las demandas en contra de la Argentina, con la esperanza de recuperar el 100% del valor de sus papeles.De acuerdo a un estudio realizado por el JP Morgan, los “me too”, que incluyen a todos los tenedores de bonos en default que originariamente fueron emitidos bajo la legislación estadounidense, representan unos 6.300 millones de dólares. Al igual que los fondos buitre, una gran cantidad de estos tenedores de bonos en default ya obtuvieron fallos en su favor en la Corte de neoyorquina, pero hasta el momento no han podido cobrarlos.Massa se queja porque siempre colocan a sus clientes en la misma categoría que los fondos buitre: “Esta es gente que no tiene muchos recursos. Que contaba con esos bonos para su jubilación y ahora están sufriendo”, explicó.De hecho, Duane Morris, el estudio de abogados de Di Massa, presentó ante el juez Griesa un escrito en el que explica la diferencia que hay entre sus clientes y los fondos buitre. El Plan de la RosadaLa estrategia oficial en la apelación consistirá en alertarle al juez y al mundo financiero sobre la peligrosidad del fallo para los procesos de reestructuración de pasivos que lanzan los países en momentos muy críticos de su economía y con un elevado nivel de endeudamiento sobre su PBI. El escrito que presentarán los abogados patrocinantes de la Casa Rosada asegura que la implementación de la sentencia pone en riesgo futuros procesos de reestructuración de deuda soberana a nivel global.Lo que ocurre, es que si el fallo prospera ya ningún país en el mundo podrá realizar un canje exitoso como el argentino porque no habrá tenedores de bonos que acepten una quita de capital e intereses. Apelación en Nueva YorkEl Gobierno argentino apelará hoy el fallo del juez federal de Nueva York Thomas Griesa que obliga al país a pagar unos 1.330 millones de dólares a los denominados “fondos buitre”, en una decisión inédita sobre una deuda reestructurada. La estrategia oficial consistirá en alertarle al juez y al mundo financiero sobre la peligrosidad del fallo para los procesos de reestructuración de pasivos que lanzan los países en momentos muy críticos de su economía y con un elevado nivel de endeudamiento sobre su PBI. El escrito que presentarán los abogados patrocinantes de la Casa Rosada asegura que la implementación de la sentencia pone en riesgo futuros procesos de reestructuración de deuda soberana a nivel global y puede tener severas consecuencias sobre el funcionamiento de la plaza financiera de Nueva York. Lo que ocurre, según el equipo de trabajo del ministro de Economía Hernán Lorenzino, es que si el fallo prospera ya ningún país en el mundo entero podrá realizar un canje exitoso como el argentino porque no habrá tenedores de bonos que acepten una quita cuando podría esperar un fallo que lo habilite a cobrar el 100% del capital y los intereses. El juez federal de Nueva York sorprendió el jueves a la Argentina al dar a conocer un fallo a favor de los “fondos buitre”.





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