POSADAS. Sólo el 7% por el concepto de ingresos pagos queda en Misiones de los muchos millones que anualmente recauda el área Cataratas, nuestra Maravilla de la Naturaleza. Un porcentaje que se achica más aún, si se tiene en cuenta que en el reparto no entran los otros millones que dejan las concesiones y puestos de venta. “El ‘negocio’ de las Cataratas está pensado con un solo objetivo, generar grandes ganancias para dos actores: la empresa concesionaria y la Administración de Parques Nacionales (APN). En el diseño de esta concesión se ha previsto que, para la provincia de Misiones, se destine solamente un 7% de los ingresos que le corresponden al concesionario por la tarifa de ingreso al área concesionada, como contraprestación de los servicios de apoyo al Parque que brinda la provincia”, cuestionó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN el diputado provincial Víctor Kreimer (partido Trabajo y Progreso).Lo curioso es que, en todos estos años y en medio de una fuerte inversión publicitaria nacional e internacional y discursos de los principales funcionarios augurando un crecimiento de visitas al destino misionero; el oficialismo no haya previsto negociar la suba del porcentaje en el reparto. Tal vez, haya una sola respuesta: el gobernador Maurice Closs es integrante de la UTE que tiene la administración del área Cataratas. En ese sentido, el diputado Kreimer aseguró que “la situación hoy es la siguiente: Closs decide promocionar Cataratas como política de Estado, realiza una campaña publicitaria fortísima y destina a ello gran cantidad de recursos de los misioneros, incluido su tiempo de gobernador, dado que pasa muchos días al año participando en eventos de turismo alrededor del mundo. Y los misioneros ‘recuperamos’, de manera directa, sólo el 7% de lo que se genera por la venta de entradas a Cataratas. Porcentaje que se reduce aún más si tomamos en cuenta el resto de lo comercializado dentro del Parque Nacional (PNI)”.Agregó que “el 93% restante de la recaudación por venta de entradas, sumado al total de las utilidades que genera la explotación comercial del Parque (venta de artesanías, restaurantes, bares) y otros productos turísticos (paseos de luna llena y eventos especiales); solamente se distribuye entre la empresa (del mismo Closs) y la APN”.Números que importanPara Víctor Kreimer “hay un dato que permite ver la relación directa entre “la política de Estado” que definió Closs y la relación con su negocio privado. Se refiere a las “buenas noticias” que brinda el ministro de Turismo o el mismo mandatario misionero sobre el incremento de turistas en Misiones. Esos son los números que importan al gobierno de Maurice Closs. “Cuando se habla, mes tras mes, de los continuos incrementos en el número de turistas que recibió Misiones, el número de referencia son las entradas vendidas en Cataratas. Si se hospedaron, alimentaron, contrataron transporte o compraron recuerdos en Misiones, no parece ser lo más relevante. Si pagaron la entrada al Área Cataratas, el objetivo clossista está cumplido. Seguramente se generarán, de manera indirecta, ingresos que los turistas dejan en Misiones y mejoran la calidad de vida de otros misioneros, pero a todas luces, el principal beneficiado por esta ‘política de Estado’, es el gobernador de la provincia, que promueve con fondos públicos un negocio familiar que está absolutamente a la vista de todos”, aseveró el diputado provincial. Un negocio a la vista de todosDecir Misiones, es suficiente para asociarla a las Cataratas. Esa asociación inmediata necesitó una fuerte inversión en un campaña promocional para la que Nación y la Provincia aportaran muchos millones para que famosos y canales nacionales hablen de Misiones. Según Kreimer, “el enorme negocio que representa el Parque Nacional Iguazú está a la vista de todos y todos conocemos el gran impulso publicitario que el atractivo recibió durante la campaña que fomentó su selección como una de las siete Maravillas Naturales del mundo. Impulso publicitario que, lejos de detenerse, continuó vigente a partir de la consagración, realizada por parte de una consultora internacional a la que, por cierto, también se le pagó, y mucho, para poder ir superando cada una de las etapas que planteaba el ‘concurso’”.Finalmente, el legislador de Trabajo y Progreso reflexionó respecto a que “los misioneros, que pagamos con los fondos de nuestro Estado provincial por la promoción de Cataratas, resignando y posponiendo muchas necesidades reales de la gente que sigue viviendo sin agua, luz ni trabajo, debemos pagar la entrada si queremos visitar esta maravilla que, claramente, hoy no es nuestra”.





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