POSADAS. Después de cinco años de gestionar administrativamente que -como establece la ley- el Ministerio de Salud Pública lo designe en el puesto de su padre, Inocencio Zamudio, fallecido en 2007, fueron las palabras de una funcionaria de ese ministerio, que le dijo que no esperara nada -contrato ni designación-, las que decidieron a Horacio Zamudio a iniciar una huelga de hambre en la plaza 9 de Julio de esta ciudad. Estuvo ocho días sin ingerir ningún alimento y ya estaba dispuesto a dejar de tomar líquidos cuando, el martes, el director de Personal del Ministerio de Salud Pública, Roberto Argüello, se apersonó en la plaza para anunciarle su pronta designación. “Se presentó y me dijo que venía en nombre del ministro (Oscar Herrera Ahuad) y del gobernador (Maurice Closs) a informarme que en los próximos días se concretaría mi ingreso a planta permanente de Salud Pública”, recordó Zamudio. “Me sugirió también que, por mi salud, abandonara la huelga de hambre. Finalmente, decidí mantener la lucha a medias, si bien levanté la huelga de hambre apenas puedo comer sólidos porque -según me explicó el médico- mi sistema hepático quedó muy vulnerable y tengo mucho riesgo de sufrir una hepatitis. Por eso, sólo puedo comer caldos o arroz blanco. Hasta que me designen voy a seguir viniendo todos los días a la plaza 9 de Julio y, además, seguir el avance de mi expediente. Hoy (por el viernes) supe que mi expediente avanzó mucho y que está la firma del ministro de Salud Pública, que es el paso previo a que el Gobernador firme el decreto de mi designación”. Años de trabajo ad honórem Horacio es hijo de Inocencio Zamudio, ex chofer y administrativo del Ministerio de Salud Pública, fallecido en 2007. Desde ese año, Horacio viene reclamando el puesto de su padre. Mientras hizo el reclamo administrativo, prestó servicios “ad honórem” tres años como chofer de ambulancia de la Red de Traslados de Salud Pública con la promesa de su efectivización, según relató a PRIMERA EDICIÓN.Pasó ocho días de intenso calor recostado en un banco de la plaza a la espera de una respuesta del Gobernador de la provincia y durante ese tiempo recibió la adhesión de los eventuales transeúntes de la principal plaza posadeña. “La gente fue muy generosa conmigo, se acercaba¡ para charlar y traerme jugos Ades o Gatorade… eso me mantuvo durante ocho días. Al tercer día de hacer huelga de hambre vino el médico policial para ver mi estado de salud y hacer controles periódicos”, señaló este hombre muy agradecido. “Para mí, Dios se hizo presente en los periodistas que permitieron que se conozca mi historia”, aseguró emocionado. “Vine con mucha bronca, hasta tal vez me excedí en mi reclamo y pido disculpas”, dijo con la voz entrecortada. El ex chofer de Salud Pública lleva cinco años de lucha administrativa. Debió reiniciar el expediente del pedido de empleo tres veces. Una vez porque habría quedado “dormido” en algún despacho de la Rosadita. La segunda en Salud Pública, en la dependencia de Zona Capital. “Mi reclamo es legítimo porque trabajé. De alguna manera ellos (por Salud Pública) también reconocieron que el reclamo era legítimo, porque me aceptaron como chofer de ambulancia. Estuve tres años ad honórem. Con la promesa de ingreso a la repartición”. Puntualizó que primero estuvo “en el área de Traslados Programados, donde tenía que llevar pacientes desde su domicilio a rehabilitación. Cuando ingresó el doctor Martín Cesino me capacitó en Emergentología. Salí bien y me desempeñé como chofer del hospital Favaloro y cubriendo en otros lugares donde hacía falta”.Según Horacio Zamudio, la situación comenzó a desgastarse cuando pasaban los años y no cobraba por el trabajo. “Esa era mi frustración. Había momentos donde hacía 16 horas de trabajo. Vivía con la ayuda de mis familiares. Siempre mostré voluntad de trabajo, porque quiero conseguir trabajo, no me interesa un plan social o una ayuda sin tener que hacer nada”, dijo este padre de cinco hijos que ni siquiera cuenta con una vivienda propia.“Creí en ellos”Zamudio aseguró que “siempre creí en ellos”, en referencia a los funcionarios de Salud. En 2007, cuando inició el expediente de reclamo laboral, “llegó hasta Legal y Técnica, pero el Gobernador no firmó. En 2009 debí volver a Salud Pública para que se reinicie el expediente. En 2010 el expediente quedó en Contaduría General de la provincia, donde me dijeron que por orden del Gobernador quedaba en Liquidaciones”. Cansado de peregrinar, Zamudio decidió buscar trabajo en el ámbito privado pero hubo un nuevo llamado de Salud para que vuelva a trabajar. “En 2011, cuando volví, el expediente estaba en Salud Pública. El expediente inicial quedó en Zona Capital y no lo podían encontrar. Gracias al señor Argüello (Roberto), de Personal, pude reiniciar el expediente. Según su testimonio, fue apartado de su labor un día en que después de 16 horas de trabajo lo llamaron para cubrir a un chofer de Itaembé Miní. “Les dije que no podía y me dijeron que si no quería trabajar que me quedara en casa. Y desde entonces no me llamaron más”.





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