BUENOS AIRES (NA). Sergio “Maravilla” Martínez regresó ayer al país tras obtener el título de campeón mundial mediano del Consejo Mundial de Boxeo en setiembre último y reveló que su sueño ahora es pelear en el país antes de retirarse de la actividad profesional.El púgil de 38 años, oriundo de Quilmes, se mostró sorprendido por la repercusión que alcanzó con la obtención del título, al asegurar que él solo es “un boxeador”.Martínez dio al mediodía una conferencia ante un centenar de periodistas en un lujoso hotel del barrio porteño de la Recoleta.“Quiero hacer una pelea grande en mi país. Tengo que hablar con mi promotor, ver fechas, condiciones y decidir, pero siempre le voy a dar prioridad a lo que yo quiero”, sentenció.De jean, remera negra y un saco al tono, Maravilla se refirió a su pelea con Julio César Cháves Jr y a su proyectos, entre los que mencionó la organización de un combate en la Argentina antes de retirarse. “Mi vida no cambió mucho. Tengo un cinturón más y un reconocimiento más masivo, pero sigo siendo un tipo común que cumple sus sueños. Soy simplemente un boxeador”, dijo ayer cuando se lo consultó sobre cómo cambió su vida a partir de la dramática victoria sobre el púgil mexicano.En ese sentido aseguró que ganó la pelea por actitud y no por lo hecho a lo largo de los once de los doce rounds que se prolongó el combate realizado en Las Vegas. “Yo gané la pelea por lo que hice en el último asalto. Chávez me tiró, pero yo me levanté y fui a buscar nuevamente la pelea”, dijo al recordar pasajes de aquel combate.Sobre su polémica relación con el púgil mexicano, el argentino insistió con que manchó el boxeo y ahora deberá limpiarlo.“Chávez se drogó, manchó al boxeo y ahora deberá limpiarlo. Si se hace todos los controles, le doy la revancha cuando quiera”, dijo.





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