BUENOS AIRES (NA). Un grupo de ex combatientes de Malvinas, que reclama que el Estado los reconozca formalmente como veteranos de guerra, iniciará hoy una huelga de hambre por tiempo indeterminado en la Plaza de Mayo.Se trata de doce de los ex soldados que acampan desde hace más de cuatro años y medio a metros de la Casa Rosada, en demanda de que el Gobierno atienda su situación.La huelga de hambre comenzará a las 8 de hoy y uno de los jefes del grupo, Carlos Gutiérrez, aseguró en diálogo con Noticias Argentinas que los ex conscriptos están dispuestos a “dejarse morir en la plaza”.Los ex soldados reclaman que el Estado nacional los reconozca formalmente como veteranos de la Guerra de Malvinas, tras su participación en tareas de defensa y logística en el litoral marítimo patagónico durante el conflicto bélico que enfrentó a la Argentina con Gran Bretaña en 1982.Junto a Gutiérrez, los ex combatientes Eduardo Blanco, Juan Fernández, Daniel García, Carlos Parola, Cirilo Velázquez, Daniel Repetto, Ramón Rivas, Rodolfo Negrette, Juan Disanto, Gustavo Barranco y Eduardo Ochoa llevarán adelante la medida, por tiempo indeterminado.“Estos muchachos se van a dejar morir en la plaza”, afirmó Gutiérrez, que indicó que la huelga de hambre se dispuso para protestar por la “falta de respuesta del Gobierno” frente a la demanda de los ex soldados.Entre los doce huelguistas se encuentran el coordinador del Campamento TOAS de Plaza de Mayo, Repetto, y Ochoa, uno de los hombres más emblemáticos de ese grupo integrado por ex conscriptos que reclaman beneficios y derechos que favorecerían a unos 8.000 ex combatientes en todo el país.Ochoa formaba parte de un cuerpo de elite de paracaidistas que en la guerra no llegó a saltar sobre Malvinas, por detrás de las líneas enemigas, debido a que la misión fue suspendida a último momento a causa de condiciones climáticas adversas, por el fuerte viento.Como integrante del Regimiento Aerotransportado 14, Ochoa y sus compañeros de aquella frustrada operación “Cuchillo Largo” prevista para el 28 de mayo de 1982 debían caer entre la playa San Carlos -ocupada por británicos para ese entonces- y la avanzada enemiga que estaba atacando Darwin.Se trataba probablemente de una misión sin retorno para el ahora ex combatiente, que se desempeñaba como “apuntador de FAP” (fusil automático pesado).





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