BUENOS AIRES (NA). Con la primavera llega el momento de reorganizar la alimentación y de repensar lo que se consume teniendo en cuenta el peso ganado en los meses de frío.Para esto se sugiere controlar las calorías consumidas antes que llegue el verano para lograr un descenso gradual pero sostenido de peso, ya que lo que debe evitarse son los esquemas de dietas difíciles de mantener, que pueden ser nocivas.Marcela Ciaño, jefa de Nutrición de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina, destacó la importancia de “incorporar buenos hábitos alimentarios” ya que “es la mejor indicación para lograr perder los molestos kilos que se acumularon durante el invierno”. Ciaño manifestó que en esta época “nuestro organismo necesita depurarse, eliminar toxinas y mejorar el aporte de nutrientes para afrontar los cambios bruscos de temperatura y los días más largos”.La especialista comentó que, entre los hábitos a incorporar, el “talón de Aquiles de muchas personas” es no saltear comidas, sobre todo de aquellas que trabajan: “Un alto porcentaje de la población activa no almuerza y a la hora de la merienda toma un cafecito, lo que conspira directamente en el estado de salud y en un aumento gradual pero sostenido de peso”, dijo.Ciaño comentó que “una posible solución es incorporar a la vianda opciones saludables para un día de rutina como tartas de verduras, ensaladas con vegetales de estación o algún sándwich de pan árabe o integral y agregar una fruta, un yogur o un postre dietético”. “También es aconsejable no pasar toda la tarde sin comer. Por eso se recomienda ingerir a la tarde mínimamente una infusión con cuatro o cinco galletitas de agua, una barra de cereal o un turrón de maní que ayudan a cumplir con un mínimo fraccionamiento de la dieta”, añadió.Además, contó que “si la opción es ir a comer a un restaurante se puede optar por parrilla (cortes de carne magro, pollo, pescado o cerdo magro) y abundantes ensaladas verdes o con tomates de cualquier tipo, que son muy hipocalóricas (tienen un promedio de 60 calorías cada 500 gramos de vegetal)”.También recomendó incorporar alimentos anaranjados que aportan betacarotenos, ya que tienen propiedades antioxidantes, son útiles contra los problemas dérmicos, ayudan a mantener la salud ósea y son fotoprotectores.





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