ASUNCIÓN (NA). “No está muerto quien pelea” es la consigna del entrenador de Paraguay, el uruguayo Gerardo Pelusso, para el choque de hoy ante Perú en el inicio de la rueda de revanchas de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Brasil-2014, en las que el once guaraní marcha último con sólo cuatro puntos tras nueve fechas.“Nos dan por muertos. Vamos a ver cómo acaba esto”, dijo Pelusso en tono desafiante hacia sus críticos, al reconocer sin embargo las cualidades del conjunto incaico dirigido por su compatriota Sergio Markarián, pero consciente también de las debilidades que padece.El partido contra el once de Markarián no genera mayor interés en la afición deportiva, motivo por el cual los organizadores decidieron rematar las entradas a dos por el precio de una, para lograr por lo menos un aforo de 15.000 personas en el estadio Defensores del Chaco, de Asunción, que tiene una capacidad para 40.000.Paraguay se encuentra en el último lugar de la tabla de posiciones con 4 puntos, contra 17 del puntero absoluto, Argentina, y 16 del segundo, Colombia, su verdugo del pasado viernes (2-0).Los albirrojos deberían ganar todos sus partidos a partir de ahora para asegurar un boleto al mundial, apenas una posibilidad matemática. En la práctica, el equipo de Pelusso completó en Barranquilla su quinta derrota consecutiva.Pese al momento complicado que vive el combinado local, Pelusso sigue tratando de infundir esperanzas para ver qué pasa al final del clasificatorio. “Nada está dicho en el fútbol”, afirma y remarca que a sus pupilos les faltó suerte.“En estas eliminatorias todo es muy cambiante. A los que nos dan por muertos y acabados les digo: vamos a ver al final de todo esto cómo quedamos”, insiste.“Este juego será de vital importancia. Es una gran oportunidad para encontrarnos de nuevo con el triunfo. Ganará simplemente el que juegue mejor”, explicó, al sostener que este enfrentamiento puede marcar el punto de inflexión para la recuperación de su equipo.Lo cierto es que no contará con el lateral Richard Ortiz ni con el volante por izquierda Marcelo Estigarribia, suspendidos por acumulación de tarjetas amarillas. A ello se suma la deserción por lesión del delantero Lucas Barrios.Con lo mejor que tieneMarkarián y su equipo, que viven un romance con el público incaico, ilusionados en volver a un mundial después de tres décadas (desde España-1982), se mantuvieron herméticos desde su llegada el domingo con plantel completo.“Ningún equipo está todavía eliminado. Todo puede pasar”, dijo el técnico charrúa, al advertir que su rival no se presentará relajado.Para el juego con Paraguay, la duda es el volante Juan Manuel Vargas, afectado por una sobrecarga muscular.El partido se jugará a las 19 , con arbitraje del argentino Pablo Lunati.





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