OBERÁ. Dicen que es un verdadero “mago” de la palabra y que, si la víctima no lo conoce, “cae” en el engaño sin siquiera imaginarlo. Dicen que con su poder de convicción logró engañar al más escéptico. Dicen que no conoce de límites y que hasta atrapó en sus redes a un conocido referente político de la provincia.Dicen muchas cosas sobre Luciano Méndez (52), pero una vez más será la Justicia la que tenga la última palabra. Otra vez en el banquillo de los acusados, el hombre enfrentará hoy su cuarto juicio por estafas en poco más de diez años. Y los antecedentes no lo favorecen: fue condenado anteriormente por hechos similares.El debate -de ribetes insólitos ante la presunta nueva reincidencia del imputado- se iniciará a las 8.30, en el Tribunal Penal 1 de la Segunda Circunscripción, con asiento en Oberá, ante los camaristas Francisco Aguirre, José Rivero y Lilia Avendaño.Esta vez, Méndez será juzgado bajo sospechas de haber engañado a 16 vecinos de Aristóbulo del Valle y Colonia Alberdi, a quienes les birló sumas que van desde los 500 hasta los 19 mil pesos. En total, los investigadores creen que podría haberse hecho de más de 75 mil pesos.Una vida marcadaHoy, en Oberá, Méndez será juzgado por el delito de estafas por cuarta vez en su vida. En realidad, por cuarta vez en poco más de diez años, como para que la historia resulte mucho más increíble.Los hechos que se le imputan en esta oportunidad sucedieron durante 2010 y las víctimas principalmente fueron productores y vecinos de la zona de Aristóbulo del Valle y de Colonia Alberdi.“Compré una camioneta Ford Ranger de un supuesto remate de la AFIP, le entregué 19 mil pesos en efectivo. El hombre tiene un carné de martillero público de la AFIP, dice que tiene 400 autos para los remates, se presenta como Luciano Méndez”, advirtió en abril de ese año uno de los perjudicados, en declaraciones a la radio Integración de Oberá.Durante la etapa de instrucción, los investigadores descubrieron que el imputado presuntamente se hacía pasar como funcionario de la Administración Federal de Ingresos Públicos con vínculos en la Aduana.Esa serie de “contactos” le permitía acceder a distintos vehículos que se encontraban en depósito judicial. El imputado aparentemente ofrecía esos rodados directamente, sin el “obstáculo” que podría suponer un remate.Obviamente, nada era gratis. A cambio de ese favor, las víctimas aseguran que Méndez les cobró una suma de dinero para realizar los trámites administrativos, entre otras cosas. Después, se esfumaba cual truco de magia.En el expediente figuran 16 denuncias, cada una con su particularidad: las estafas van desde 500, 1.300, 6.300, 8.000 y hasta 19.000, por motocicletas, camionetas, camiones y hasta un tractor.El cuarto debate oral y público que enfrentará el acusado, entonces, comenzará hoy a las 8.30, continuará mañana y finalizará el miércoles 31 de octubre. Ese día se conocerá la sentencia.El último debate que enfrentó Méndez se celebró a mediados de abril de 2006 en el Tribunal Penal 2 de Posadas. En esa oportunidad, fue condenado a tres años y seis meses de prisión por estafar a varias personas a las que les “vendía” casas del Iprodha, en el barrio Terrazas de Itaembé Miní. El “modus operandi” era similar: cobraba un dinero por los trámites y después desaparecía para siempre.Antes, en mayo de 2005, ya había sido condenado por ese mismo tribunal a tres años de prisión efectiva, por hechos similares.La primera vez de Martínez en el banquillo de los acusados fue en 2001, cuando lo condenaron a cinco años y dos meses de cárcel por catorce hechos de estafa en concurso real. Justamente, fue en el Tribunal Penal 1 de Oberá, donde sus acciones volverán a llevarlo hoy.





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