POSADAS. La muestra fotográfica y pictográfica de Iguazú en Concierto, denominada “Huellas de la música, se expone en el Museo Provincial de Bellas Artes “Juan Yaparí” hasta el 4 de noviembre. Se trata de un recorrido por la percepción de cada uno de los artistas que decidieron plasmar un momento de la marca “profunda” que dejaron los 700 jóvenes músicos de todo el mundo que fueron parte de este festival único en su tipo. Inspiración, destreza, vocación, belleza, sublime; son algunos de los adjetivos plasmados en cada pieza de la muestra.“Huellas” no es más que visibilizar los recuerdos que dejó el espectáculo en la inmensidad de las Cataratas del Iguazú. Moldeados diferentes momentos de los siete días de duración, los fotógrafos usaron su técnica para captar un instante que pueda graficar los sentimientos que se apoderaban de sus sentidos al momento del disparo: extasiados por la música de películas que interpretaban los niños y jóvenes de diferentes países que se comunicaban de esa manera en el escenario.Trazos que luego coparon los lienzos de artistas plásticos que abstrajeron una versión sublime del sonido a otra capaz de construir otras percepciones a través de la representación gráfica. Y la melodía se hizo silencio para visibilizar momentos que viven en la mente de los autores.El recuerdo de un marco imponente en IguazúLas obras son fruto de mayo de 2012, cuando tuvo lugar el espectáculo; recorridas por siete artistas plásticos y múltiples fotógrafos que lograron revivir los mejores momentos del festival, con su frescura, como así también efusión en la frescura de la juventud de los músicos.“Es de excelente nivel”, anticipó la directora del Yaparí, Marta Bordenave quien explicó que “se expresa el maravilloso espectáculo que tiene Iguazú, que es difícil mostrar, pero está bien representado aquí”. Ella recorrió la muestra y manifestó su admiración a los organizadores, que también aprovecharon el momento para intercambiar recuerdos de la actuación de cada uno de los “chicos” que estuvo en Iguazú.La noche estuvo completa cuando, ante la atenta mirada de los presentes, los “Grillitos Sinfónicos” ingresaron en la sala mayor del Museo y comenzaron a acomodar sus instrumentos. Es que ellos estuvieron a cargo de la apertura, para terminar de dar vida a los cuadros colgados en las paredes.“Es maravillosa la idea, innovadora, que no se había dado en las dos primeras ediciones”, aseguró Miguel Brizuela, director de los grillitos: “Todo comenzó cuando el 27 de mayo los chicos se preparaban para el espectáculo y los pintores, como fotógrafos, tenían ya la consigna de construir ese espacio de subjetividad que tenemos en la muestra”.Además reforzó la idea de la subjetividad: “Eso es el arte, la mirada que tenga cada uno de una misma situación y eso permite dar vida a otras interpretaciones que por ahí uno no las contemplaba”.





Discussion about this post