TOKIO, Japón (AFP-NA). La compañía japonesa Tepco, que operaba la central nuclear de Fukushima, admitió por primera vez ayer que minimizó el riesgo de tsunami por miedo de verse obligada a cerrar su planta para mejorar la seguridad.“Había un temor latente de que se tuviera que cerrar la planta hasta que se pusieran en marcha medidas drásticas de seguridad”, indicó Tokyo Electric Power Company (Tepco) en un informe titulado “Política Fundamental para la Reforma de la Organización de Energía Nuclear de Tepco”, más de un año y medio después del accidente.El informe de 32 páginas indica que, antes del tsunami gigante de marzo de 2011 que inundó la central, la compañía sabía que los sistemas de defensa y de protección eran insuficientes pero que no actuó, probablemente por miedo a los costes que representaría.“Había esa preocupación de que si se imponían nuevas y severas medidas, eso provocaría una preocupación sobre la seguridad de todas las centrales existentes” y habría podido “dar más vigor al movimiento antinuclear”, señala el documento.Las autoridades japonesas han cambiado radicalmente de postura respecto a la energía nuclear desde entonces. Antes del accidente, contemplaban aumentar la producción. A mediados de septiembre pasado, anunciaron querer salir progresivamente del modelo nuclear y por completo de aquí a treinta años.Actualmente, casi la totalidad de los cincuenta reactores de Japón no están funcionando, o bien debido al sismo, o bien debido a las nuevas exigencias de seguridad que obligan a realizar obras de consolidación en las centrales.Sólo dos reactores han reanudado la actividad en la central de Oi (centro), en julio, por decisión del primer ministro, Yoshihiko Noda, y a pesar de la hostilidad de una parte de la población.





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