APÓSTOLES. Algo ocultaba ese tractorista misterioso. Cuando vio la patrulla, frenó en seco, se bajó y escapó en medio de la noche. En ese momento, los policías no se imaginaban lo que ocultaba la maniobra. Horas después, ya de día, siguieron las huellas y descubrieron que detrás de aquel robo se escondía un homicidio, ni más ni menos.Ricardo Yaskouski, de 65 años. Así identificó la Policía al colono que fue hallado muerto ayer en su chacra del lote 70 de Apóstoles. Del predio también desapareció un automóvil y, junto con los signos de violencia que presentaba el cuerpo, todo induce a la Policía a pensar que se trató de un homicidio en ocasión de robo.Hasta anoche, un importante número de efectivos de la Unidad Regional VII de la fuerza trabajaba para dar con el o los autores del hecho. Sin embargo, al cierre de esta edición no había novedades.Huellas de la muerteEl hecho comenzó a develarse en la noche del último sábado, cuando una patrulla de la comisaría seccional Segunda que realizaba recorridas de prevención divisó un tractor que circulaba de manera sospechosa a unos mil metros del cruce de las rutas provinciales 1 y 201.De manera imprevista, al percatarse de la presencia policial el conductor detuvo la pesada máquina bruscamente, se bajó y escapó de la escena. Sorprendidos, los uniformados pidieron refuerzos y montaron un operativo para dar con el individuo, pero sin resultados. Sin más que hacer, el tractor se trasladó entonces a la comisaría.Ayer por la mañana, con la luz del sol, una comisión policial regresó a la escena y siguió las huellas dejadas por el vehículo para establecer el origen del mismo.Los rastros llevaron a los investigadores hasta una chacra del lote 70, cerca del barrio El Timbó de Apóstoles. Las huellas terminaban en un galpón que tenía las puertas abiertas. El acceso a la vivienda del predio también estaba abierto y desde afuera los efectivos pudieron establecer que algo raro había sucedido en el lugar.Con precaución, ingresaron a la casa y descubrieron lo peor: en una habitación, sobre una cama, se encontraba el cuerpo sin vida de Yaskouski. Tenía lesiones contusas en la zona frontal derecha del cráneo, probablemente realizadas con un elemento contundente. Hasta ahora, esos golpes serían los que acabaron con la vida del colono yerbatero. Ante esas novedades, los detectives comenzaron a investigar y descubrieron que Yaskouski también era propietario de un Peugeot 207 Compact modelo 2010, bordó, chapa patente JAJ-264. El vehículo no fue hallado en la escena y la principal hipótesis es que el o los ladrones también se llevaron el automóvil después de ultimar al dueño de casa.Fuentes policiales informaron que Yaskouski vivía solo en el lugar, aunque constantemente recibía la visita de vecinos y de una hermana que vive en Garupá, a la que el también visitaba unas dos o tres veces por semana.Otra especie reveló además que la infortunada víctima se encontraba bajo tratamiento médico a raíz de una serie de enfermedades que habían deteriorado su salud. En ese sentido, se supo que sufría problemas de discapacidad motriz, según se precisó.Ante la gravedad del hecho, el magistrado Miguel Ángel Faría, al frente del Juzgado de Instrucción 4 de Apóstoles, ordenó que se realice una autopsia al cuerpo del colono para establecer de manera fehaciente el motivo del deceso.En tanto, efectivos de todas las dependencias de la Unidad Regional VII de Apóstoles trabajaban para dar con el o los sospechosos. También se encontraban en alerta los puestos camineros, ante la sospecha de que los ladrones puedan circular a bordo del automóvil que desapareció de la vivienda.





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