POSADAS. Jorge Sinay, escritor y periodista formado en psicología gestáltica, psicología transpersonal y autoasistencia psicológica visitó esta ciudad para brindar una conferencia denominada “Conectados al vacío. La soledad colectiva en la sociedad actual”, invitado por la Fundación Osde. En rueda de prensa señaló las marcadas diferencias entre la conexión y la comunicación, y la importancia de regenerar los vínculos personales. ¿Cómo ve en la actualidad de los vínculos humanos y la comunicación mediada por las nuevas tecnologías?Es una época en la que hay una gran confusión entre lo que es conexión y comunicación. El gran avance tecnológico que ha permitido que el mundo entero esté conectado, pero desde mi punto de vista ese proceso ha ido en paralelo con un proceso creciente de incomunicación. La comunicación humana no es tecnológica, es artesanal, se da a través de la mirada que mira y registra a la otra persona como alguien único y en proceso de cambio permanente, no del ojo que ve, porque el ojo que ve es lo fisiológico. Es el oído que escucha, no que oye solamente, porque escuchar es más difícil, es registrar la voz del otro; que no solo emite sonidos, sino comunica a través de la palabra, el lenguaje, herramienta que solo los seres humanos tenemos. Y todo esto tiene una carga emocional: comunicarnos de verdad con la mirada, la escucha, la palabra, despierta sentimientos de diferente tipo.Pero actualmente uno busca esa comunicación por medio de las tecnologías…La tecnología de conexión es una herramienta importante, es muy útil en muchas situaciones, de catástrofe, de cambio social y político. Pero creo que hay un riesgo cuando la herramienta deja de ser eso para convertirnos a las personas en herramienta de la herramienta, cuando en lugar de estar a nuestro servicio, nos pone a su servicio, y empezamos a correr detrás de las novedades tecnológicas postergando otras cosas, trabajando más para poder costearnos esos artefactos, y ese costeo no solo es económico, sino que implica tener que dejar de vincularnos para estar conectados.¿Se le puede echar toda la culpa a las nuevas tecnologías de comunicación (Tics)?Creo que si bien no es culpa de las Tics, influyen en estos cambios. Y hay otras cosas que también están afectando, por ejemplo, los modelos económicos que nos proponen atajos para tener más en menos tiempo, todo esto a costa de los valores. De valores se habla mucho. Pero ¿qué son? Son acuerdos que los seres humanos hemos ido haciendo a lo largo de nuestra existencia para poder sobrevivir. Hemos acordado no matarnos cuando estamos en desacuerdo, sino discutir, dialogar, usar la palabra; hemos acordado que la mentira no es un valor y la verdad sí lo es.El sentido de los valores es que si todos sobrevivimos, cada uno va a estar en condiciones de desarrollar lo mejor de sí mismo, y como somos todos diferentes, somos 7 millones de personas diferentes en el mundo, la idea es que cada uno pueda tener la oportunidad de desarrollar su diversidad en un conjunto que lo protege, lo alimenta y ser parte de él.Pero hoy se sostiene que los valores están en crisis…Sí, y cuando nos olvidamos de esos valores se empiezan a destejer los vínculos humanos, las personas dejan de ser fines en sí mismos y pasan a ser medios para la otra persona. Eso estamos sufriéndolo mucho actualmente, tanto en los vínculos más íntimos como puede ser la pareja, la familia, hasta en los más amplios, la forma en que se hace política, negocios, etc.Se empieza a ver a los otros como medios, herramientas, escalones para sus propios intereses y cuando no es útil, es descartable, y esto se vive, duele, crea desconfianza, genera crisis de valores. Cuando nos olvidamos que cada uno es la parte de un todo, cada parte empieza a pensar en sí misma, y eso puede ocurrir en la pareja, en la familia, en un equipo de fútbol, en una organización, en un aula, en todos los lugares donde los seres humanos nos reunimos: o nos vemos como una parte de un todo, o como una parte que usa el todo.¿Y a nivel macrosocial, cómo se evidencia esta pérdida de conciencia de que somos una parte del todo?Quienes gobiernan en cualquier país del mundo son delegados de toda una comunidad, porque una comunidad no se puede gobernar a sí misma, entonces por eso hay un acuerdo que se llama Estado, leyes, códigos de convivencia, que son necesarios para que las comunidades sobrevivan. El Estado es una institución que no es propiedad de uno sino que es representación de todos, que nos va a garantizar aquello que todos necesitamos: salud, educación, seguridad, y alimento. Esto es elemental. Pero cuando alguien cree que no es el delegado sino el jefe de todos, y que eso que fue creado por un acuerdo comunitario es propiedad de esa personas que está al frente, se empieza a generar ruido, desconfianza, ambiciones, y los de abajo que también detentan ese lugar, entonces en lugar de soñar sueños colectivos y desarrollar proyectos comunes se empieza a desarrollar proyectos personales. Eso está ocurriendo en el mundo y hace que la política se desvalorice.¿Hay un uso abusivo de las redes sociales para expresar lo que las personas sienten, hacen, piensan?Las redes sociales, de tan sociales que son nos han hecho perder la intimidad y la mirada del individuo sobre sí mismo. Cumpleaños se han celebrado en toda la historia de la humanidad, y generalmente uno invita a los seres queridos más cercanos. Pero parece que hoy lo más importante es que se sepa que cumplí años. Parece que necesitáramos de las redes para estar seguros de que existimos, porque no confiamos en nuestra propia existencia por el solo hecho de estar en el mundo. Hay como una paradoja de estar conectados a una red y a la vez, perder la conexión con uno mismo, con sus sentimientos, sueños, con su propio cuerpo. Por esa razón al libro que presenté le puse “Conectados al vacío”, porque no es que estamos comunicados con alguien, estamos conectados a un vacío. Y así no queda espacio para preguntarse sobre el verdadero sentido de la propia vida. Y ese sentido no es que aparece al final de una búsqueda. Mi vida tiene sentido desde que nací pero puedo morir sin haberlo explorado y puedo haber vivido una vida angustiosa. Y el sentido lo voy a descubrir en momentos, no de una vez y para siempre. Por ejemplo, por algo que hago de mi tarea, no necesariamente algo rentado, sino alguna cosa que hizo que su vida valiera la pena, y pienso, como ejemplo en una abuela que hace una torta para sus nietos que la van a visitar.Y hay quienes llegan a viejos sin haber encontrado el sentido… Ahí lo que aparece es el famoso vacío existencial, donde hay personas que tienen todo lo material y que no son felices porque no ha explorado ese espacio interior, y esto puede ser muy doloroso o muy jubiloso, pero si no se pasan por ciertos momentos de dol
or, no se crece. En lo emocional, si queremos crecer tenemos que saber que algunas zonas a atravesar son dolorosas, aunque muchos no quieren pasar por esos procesos. Y la sociedad de consumo tiene muchas ofertas para no pasar por esos momentos: las drogas, alcohol, los encuentros alcohólicos, la velocidad sin límite, la adrenalina sin límite pero sentado en un sillón, la TV, etcétera. Todo el tiempo se nos ofrece tener algo que nos va a divertir, que nos va a distraer, a tal punto que se llega a confundir diversión con felicidad.Pero las redes también se pueden usar para construir acciones colectivas… Las redes como herramientas son extraordinarias, no estoy contra ellas, pero el tema es que sean herramientas, que yo pueda estar en el mundo y aplicar las redes. Pero si me encierro en cuatro paredes y realmente creo que estoy comunicado con muchas personas porque tengo una lista de contactos y puedo abrir una pantalla y estar en cualquier parte del mundo, eso no es cierto. Además en las redes hay muchas cosas ilusorias, fantasmas, anónimos, y si es mal usado internet genera un desgaste de nuestra habilidad más extraordinaria que es la de comunicarnos con el otro. ¿Y cuál sería el camino para no perder de vista el manejo coherente de las redes?No soy amigo de las recetas, pero me parece que lo que tenemos que hacer es lo que hemos hecho durante toda la historia de la Humanidad. Pensemos que Internet es un fenómeno que no tiene más de 20 años, quiere decir que 2 mil años de nuestra cultura se vivieron sin estas herramientas, y pese a ello se crearon cientos de invenciones, se consolidaron Estados, se hizo la Revolución Industrial, la Francesa, la Independencia Latinoamericana. Todo sin redes sociales. Los seres humanos sabemos comunicarnos de muchas maneras … y el que mejor lo supo fue el señor al que se le ocurrió hacer una señal de humo para decir algo a otra persona.





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