CANDELARIA. Un dramático episodio se vivió ayer en Candelaria cuando un delincuente armado se quitó la vida de un disparo al verse rodeado por la Policía, después de tomar como rehenes a un grupo de personas y luego de intentar asaltar a una remisera.Esa era la principal versión que circulaba anoche, al cierre de esta edición, sobre lo que sucedió en las riberas del Paraná, en Candelaria.Fuentes del caso informaron que todo se desencadenó alrededor de las 18.30, cuando un asaltante tomó un remís conducido por una mujer en dirección a la zona ribereña de la antigua capital provincial.Al llegar a destino, el malandra -de entre veinte y treinta años- extrajo una pistola calibre nueve milímetros y le exigió el dinero a la trabajadora del volante.Como la mujer no tenía efectivo y ante las sospechas de que era seguido por la Policía, abandonó el automóvil y se dirigió hacia la costa del Paraná. Allí, con los efectivos tras sus pasos, habría cercado a un grupo de personas -pescadores y transeúntes- a quienes amedrentó a punta de pistola en una suerte de toma de rehenes.Sin embargo, las fuentes informaron que al verse rodeado por la Policía, abandonó esa escena y corrió algunos metros. En ese lugar, tomó el arma de fuego y se descerrajó un disparo en la cabeza que acabó con su vida.Esa era la primera reconstrucción de lo sucedido que circulaba anoche, al cierre de esta edición: el episodio todavía era confuso y en el lugar del hecho trabajaban efectivos de Investigaciones y de la Policía Científica.A última hora de ayer, los efectivos intentaban identificar al presunto delincuente. En el lugar también se encontraba el magistrado Ricardo Balor, al frente del Juzgado de Instrucción 6 de la Primera Circunscripción Judicial.El trabajo de la Justicia será ahora establecer cómo sucedieron los hechos.





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