GARUHAPÉ. El Consejo General de Educación dejó cesante en su cargo de maestra de grado y directora titular a una docente, luego de comprobar y certificar que ésta extendió un certificado de terminalidad escolar a favor de su hijo, quien nunca finalizó sus estudios. La Resolución 2.552, con fecha del pasado 10 de agosto, indica que la mujer en cuestión fue la directora de la Escuela 458 de la localidad de Garuhapé.“Ella había adulterado el certificado de terminalidad de su hijo, quien no había terminado de cursar la EGB y luego de detectar la irregularidad se le inició un sumario a la educadora y se resolvió la cesantía en ambos cargos”, confirmó ayer a PRIMERA EDICIÓN, el titular del CGE, Adolfo Safrán. La docente reconoció el hecho, que desde el Consejo de Educación consideraron como “muy” grave. “Quizá no actué como docente, sino como mamá”, declaró en su descargo la educadora sancionada. “Ella falsificó un documento público, con lo cual se encuadraba en el artículo 58 inciso G del Estatuto, que indica la cesantía del docente, porque si un directivo de una escuela actúa de esa manera sin sancionarlo, generaría un antecedente muy peligroso para otros casos, porque la responsabilidad que tenemos todos en la información que manejamos. El hecho fue sumamente grave y para el Consejo de Educación ameritaba la cesantía”, ratificó el funcionario educativo. El expediente data del año 2008, “y que incluso tenía carátula penal”, indicó el contador. El joven en cuestión se encontraba en ese entonces recluido en el Instituto de Menores Varones de Posadas, debido a numerosas causas judiciales que pesaban en su contra (un total de cinco, tres de ellas con armas de fuego). Medida al descubiertoDe las actuaciones judiciales que llevó adelante el juez Correccional y de Menores, Osvaldo Rubén Lunge, se conoció el accionar de la docente. “Una burda maniobra que su madre realizara –la falsificación del boletín de calificaciones-, con el sólo fin de incorporar al niño al primer año del polimodal, cuando no había siquiera cursado más que la tercera parte del noveno año de la EGB 3, por haber estado detenido”, expresa en sus líneas el expediente judicial al cual tuvo acceso el sitio puertoricoaldía.com.ar.“Para lograr semejante objetivo, (la madre) abusó del cargo que ostenta y hasta es probable que haya cometido delitos de acción pública y que deberán ser investigados como ya fuera dispuesto. Todo ello es sabido y consentido por el padre del joven causante”, diagnosticó el juez. Finalmente, el Consejo resolvió la destitución de la docente, quien tenía al menos diez años de antigüedad. “Esta no es la primera vez de cesantía durante mi mandato, porque ya hubo dos casos de docentes donde se aplicó una sanción similar porque falsificaron los certificados de licencias médicas, que también son conductas muy graves”, manifestó Safrán. Sin embargo, reconoció que el caso de la docente de la Escuela 458 es la situación más grave y compleja que le tocó hasta este momento. “Es el primer caso que nos llegó a nosotros. Nosotros vamos a aplicar la ley como corresponde, somos respetuosos del Estatuto docente en cuanto a sus derechos, pero también sobre las obligaciones. Todos los integrantes del Consejo General de Educación somos responsables en mayor o menor medida y les pedimos a cada uno que cumpla con su tarea”, finalizó el presidente del Consejo de Educación.





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