CARACAS (Reuters e Infobae.com). La mayor refinería de Venezuela puso a trabajar la primera de sus unidades de proceso, tras una explosión y un masivo incendio en un área de almacenamiento que durante cuatro días mantuvo casi totalmente paralizada la instalación, dijo el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez.“Ya arrancó la unidad, procesando 100.000 barriles por día”, dijo el funcionario vía telefónica.El accidente en Amuay, la cuarta mayor refinería del mundo con 645.000 barriles por día de capacidad y que integra el Centro de Refinación Paraguaná (CRP), ha dejado más de cuarenta personas muertas, más de 100 heridos y grandes daños de infraestructura, en el accidente más severo que ha sufrido la industria petrolera venezolana.Fuentes de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) detallaron que la primera unidad en reiniciar es la de destilación atmosférica número tres, que recibe y vaporiza el crudo para convertirlo en productos semi-procesados que luego entran a otras unidades más especializadas para generar diésel y gasolina terminada.Una vez que la unidad llegue a máxima carga podrían comenzar a reactivarse en cascada otras unidades más especializadas que han estado en recirculación en los últimos días.Expertos han advertido que la magnitud de los daños causados por la explosión podrían obligar a la estatal PDVSA a ralentizar el reinicio de todas las unidades de proceso mientras se retiran escombros, se enfría la zona afectada por el incendio y se determina que no haya más fugas o problemas en las tuberías. Sin embargo, los servicios industriales de la planta -agua, vapor y electricidad- nunca fueron suspendidos por el accidente, lo que acorta el protocolo de reinicio.Firmas aseguradoras especializadas calculan en forma preliminar que los daños causados por la explosión y el voraz incendio en Amuay rondarían unos 3.000 millones de dólares, pero PDVSA aún no ha seleccionado a la compañía que se encargará de realizar las auditorías.Ramírez especificó que todas las instalaciones del CRP, el segundo mayor complejo refinador del mundo, están cubiertas por un grupo de reaseguradoras.Venezuela cuenta, en sus instalaciones, con un inventario de combustibles suficiente para atender sus compromisos internos y externos sin necesidad de declarar fuerza mayor, según explicó el ministro y presidente de la petrolera estatalAdemás, Ramírez confirmó que varias firmas de intermediación han hecho ofertas para vender cargamentos puntuales de gasolina y otros productos a Venezuela, pero aseguró que esa decisión no se ha tomado.Mientras, en PDVSA intentan retomar la normalidad y apurar el reinicio de las unidades de Amuay, cuya producción de derivados se destina en 55% al mercado doméstico. Las miradas siguen puestas en el funcionamiento tanto del suministro interno como de las exportaciones, luego de que reabrieran los muelles.Fallas de menor magnitud en Amuay implicaron en el pasado una importación recurrente de componentes para mezclar y producir derivados terminados para consumo interno, una posibilidad que gerentes de PDVSA no descartan mientras se completa el proceso de arranque. En tanto, según la agencia de noticias EFE, el presidente de Venezuela Hugo Chávez señaló que la oposición está tratando de sacar “ventajas politiqueras” de la explosión en Amuay.“Tratan de montarse sobre una tragedia, de explotar el miedo, de manipular el dolor para tratar, al mismo tiempo, de obtener algunas ventajas politiqueras”, dijo.




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