POSADAS. Miguel Arroyo es uno de los tantos trabajadores posadeños que jornada tras jornada se gana su vida en base a sacrificio y dedicación. Lamentablemente tampoco está a salvo de caer en manos de delincuentes, quienes con distintas artimañas despojan a las incautas víctimas del dinero que recaudan. En esta ocasión, y según relató a este diario el damnificado, se trató de dos malandras jóvenes, de unos 23 años, vestidos normalmente y con acento local. “Llegaron a mi taller de motos, ubicado sobre la avenida Almirante Brown casi Lavalle, y me dijeron que iban a traer una motocicleta a reparar y que la misma venía con un flete. Era horario prácticamente de cierre, entre las 19 y las 19.30 (del pasado miércoles). Quedaron esperando y fue cuestión de segundos, en un descuido manotearon el dinero de la caja registradora, cuyo monto era la recaudación del día y que aún no especificamos. También y antes de darse a la fuga se apoderaron de una cartera conteniendo documentaciones personales y que es lo que más lamento, porque ahora hay que hacer todos los trámites de nuevo”, expresó Miguel, quien dijo que radicó la denuncia correspondiente. Por el hecho aún no había sospechosos detenidos.





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