PARAJE 20 DE JUNIO, San Antonio. El último domingo, en una jornada especial y con más de cien asistentes arrancó muy tempranito y se extendió hasta el atardecer la celebración del Día del Niño llevada a cabo en el predio de la Escuela 776 del Paraje 20 de Junio.A las 8 y acompañando el viento fresco que se sentía a esa hora se sirvió para grandes y chicos un exquisito chocolate caliente. Fue un excelente puntapié inicial para la serie de juegos y actividades que se desarrollaron a lo largo de la jornada donde convivieron madres, padres, docentes, alumnos y familiares que se acercaron al establecimiento educativo.Juegos variados y por equipos, baile, competencias… el entretenimiento estuvo asegurado para todos.Al mediodía hubo un alto para poder compartir la “gallinada”, un plato típico de la colonia (guiso de arroz con pollo), para el cual todos aportaron algo, como se dice en la zona: “a la canasta” y enseguidita y con el mismo apuro por parte de grandes y chicos se retomaron las actividades.Integración y valor Fabián Figueredo es el director de la Escuela 776 y en diálogo con PRIMERA EDICIÓN señaló que empezó a trabajar en ese establecimiento en 2008 y desde ese año implementaron la celebración del Día del Niño. “Ya en 2010 y creo que eso fue un gran acierto, decidimos realizar esta jornada pero con actividades conjuntas para todo el grupo familiar y así lograr una mayor integración, que vengan a compartir, a jugar las madres y los padres con sus hijos”, destacó Figueredo.Luego apuntó que asumieron esa iniciativa porque “consideramos que se está perdiendo mucho el valor del juego en los niños, el único lugar que suelen tener de esparcimiento y de diversión es acá, en la escuela”.Sin duda que la iniciativa fue acertada porque todo el paraje estuvo presente, y se podía observar en las sonrisas de todos que la estaban pasando muy bien.El director de la 776 se mostró “muy contento porque ha venido la casi totalidad de padres y madres, participando activamente en todos los juegos. Hubo un grupo de madres que se esforzó al horario del mediodía, cuando dejaron de jugar para cocinar la ‘gallinada’ a la canasta que hicimos, donde cada familia aportó algo, almuerzo que disfrutamos y compartimos”. También Figueredo resaltó que “uno puede proponer muchas cosas, pero el resultado depende de la comunidad, si esta jornada fue un éxito se debe a la total participación que hubo”.





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