POSADAS (Por Esteban Abad). Fue un día de sol de esos en los que parece que la felicidad está ahí nomás. Con la organización a cargo de la Asociación Civil Palomas del Espíritu Santo, el grupo “Hijos de María Morínigo”, la familia Ruiz Díaz y el Movimiento “Pier Giorgio Frassati”, se realizó en el barrio Yacyretá un agasajo a los niños en su día. Desde su casa de Trinchera de San José en Villa UrquizaEs preciso rememorar -aunque la mayoría de los habitantes de Posadas la recuerda, la conoció o al menos oyó hablar de ella o de su obra- que María de la Cruz Morínigo vendía –para sobrevivir con su madre en la modesta casa de Trinchera de San José 473 casi Hungría -, rapadura casa por casa. La conjunción parece un símbolo: esa golosina de las familias modestas, producto artesanal originado en la caña de azúcar. Y esa mujer humilde preocupada por sus pares que recorriendo los barrios descubrió que había chicos sin comer, ni hogar, ni futuro, abandonados. Pobres, modestos pero con la dulce textura de la rapadura. Motivó eso el despertar de su amor por la caridad.La “santa laica” de los misioneros Profundamente religiosa – por su accionar se la conoció como “santa laica”, se consagró a la Virgen María con el manto azul y nació en ella la necesidad de acercar los niños a su casa de Villa Urquiza (Posadas); allí fue donde comenzó su tarea de buscar colaboraciones y donaciones para entregar a esa gente desposeída y brindarles catequesis (la “doctrina” decía), como vínculo de unión y congregación. En ese domicilio fundó su Club Palomas del Espíritu Santo, el 17 de agosto de 1948, en honor a José de San Martín, el Padre de la Patria que la cobijó, obteniendo Personería Jurídica en 1960. El obispo Jorge Kemerer la facultó para dictar catequesis, por pedido de niños y padres de la comunidad del Espíritu Santo, pero sus niños debían rendir exámenes con un cura para tomar su primera comunión o confirmación, lo que enmendó el sucesor de Kemerer, Carmelo Juan Giaquinta, en mayo de 1989, otorgándole el título de Catequista Oficial del Obispado de Posadas.Amigos de Posadas y de la Capital Federal El encuentro llevado a cabo en Barrio Yacyretá, contó con la colaboración y ayuda de “Amigos de María Morínigo” de Buenos Aires liderados por Cecilio Angel Ayala, abogado, ahijado de María, profesor de la Facultad de Derecho, de la Universidad de Buenos Aires.Hubo refrigerio, golosinas, pelotero inflable, regalitos, globos y canciones infantiles.Estuvieron presentes todos los representantes de Hijos de María Morínigo de Posadas y de Capital Federal; integrantes de la Asociación Palomas del Espíritu Santo, los dueños de casa Miguel Angel Ruiz Diaz y esposa, el periodista Roberto Acosta, el autor de esta nota, Sebastián Osorio, María Yegros, Nelly Maidana de Rocabert, familiares de Enrique Ramírez Maidana, Arcadio Monzón, Humberto Capli, de la Asociación Pier Giorgio Frassati, con un grupo de jóvenes y en la oportunidad Acosta habló acerca de la vida, obra y personalidad de María de la Cruz Morinigo y la fundación del Club Palomas del Espíritu Santo. Por su parte el presidente de “Hijos…”, Sebastián Osorio, se refirió a las gestiones que desarrolla la Asociación tras lo que se realizó un oficio religioso, a cargo de Irene de Vázquez, compañera catequista y colaboradora de María Morínigo.Una hermosa jornada de sol, alegría y sano esparcimiento físico y espiritual como le hubiera gustado a María Morínigo. María de la Cruz Morínigo• Nació en Bernardino Caballero, Paraguay, el 13 de mayo de 1931. • En 1948 se instaló en Posadas con su familia de clase trabajadora.• María vendía rapadura casa por casa y andando vio a chicos hambrientos y abandonados. Por ellos se consagró a la vida religiosa con el manto de la Virgen y llevó adelante una obra de amor evangelizadora hacia los pobres.• En 1949 fundó el Club Palomas del Espíritu Santo y preparó cinco equipos de fútbol infantil. (17 de agosto)• En 1960 obtuvo la Personería Jurídica para su club. • En 1989 obispo Carmelo Juan Giaquinta la oficializa como catequista. • El 21 de junio de 1993 fallece en Posadas. • Sus restos fueron trasladados a su tierra natal. En el cementerio de Bernardino Caballero desde entonces descansan para siempre. • Sin fechas preparadas, era frecuente ver por las calles de Posadas procesiones de niños y niñas vestidos de blanco; se dirigían a hospitales y hogares de ancianos o huérfanos llevando regalos y oraciones. • El 6 de enero la caravana de los Reyes Magos era un clásico posadeño: organizaba el Club Palomas del Espíritu Santo de María Morínigo . • A 19 años de su adiós, el recuerdo de María Morínigo, sus blancas ropas y su gesto adusto, emblema imperecedero del amor por los niños y los pobres asomó en el festejo del Día del Niño.





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