POSADAS. El trabajo del perito social como auxiliar de la Justicia, las situaciones familiares que enfrentan con frecuencia, parejas con hijos que se separan, adopción en las parejas monoparentales fueron algunos de los temas a los que se refirió en diálogo con PRIMERA EDICIÓN el licenciado en Servicio Social, Juan Carlos Lopapa, antes de un encuentro organizado por el Colegio de Profesionales del Servicio Social de Misiones ¿Cuál es la situación actual del perito social en el país?Existe un uso y abuso del perito para el trabajo que tiene el juez en tribunales, para dictar sentencias. Hay una falta de reconocimiento en lo que hace a la figura del profesional y también en la regulación de los honorarios, que son ínfimos. Si bien está establecido que no se puede regular honorarios superiores al mínimo de lo que le corresponde a los abogados, a veces son realmente irrisorios. En Misiones, si bien en el Código Procesal hay un artículo (el 463) que habla de un anticipo para gastos, es irrisorio el monto que se da, en caso de que se lo otorgue. ¿Los que ejercen de peritos están capacitados para ello? La verdad es que soy yo quien comenzó estas capacitaciones en el país. No se nos enseñó en las universidades lo que es la pericia judicial… yo lo sé porque hice la carrera judicial desde pinche hasta pro-secretario y conozco bastante el interior de los juzgados y como se trabaja en ellos. Una vez, trabajando en los tribunales de la Ciudad de Buenos Aires, de donde soy, un juez me dijo asombrado que yo no le llevaba problemas porque sabía cómo desempeñarme, presentar bien los escritos, los tiempos y modos para pedir honorarios… y me sugirió que dictara cursos. Así empecé a dar cursos en Ciudad de Buenos Aires y después lo fui adaptando al Código Procesal de cada provincia y lo empecé a dictar en muchas provincias. A Misiones es la primera vez que vengo. ¿Quién afronta los gastos de la capacitación de peritos? Debería ser el Poder Judicial, pero en este caso lo hace el Colegio de Profesionales del Servicio Social de Misiones que -aclaro- no alcanzó a cubrir los costos del curso porque los trabajadores sociales no ganan mucho y no se les puede cobrar tanto por el curso. Entonces, no hay capacitación por un lado y los trabajadores sociales no quieren peritar porque no saben cómo hacerlo y hay que enfrentarse con lo que es el marco legal y la Justicia… y si no se tienen las armas para hacerlo, no se hace un buen papel… aunque quiera, ponga buena voluntad y sea un buen profesional. No sé si la Justicia cuenta con pocos peritos o no hacen buen uso de ellos. A veces a los jueces les resulta más fácil pedir el informe ambiental a una institución de acción social o al departamento de acción social del ministerio, del municipio o de los hospitales… pero esa no es la tarea que le corresponde al profesional que está en esos lugares. Para eso están los peritos y el juez debe sacar la lista de peritos y citarlos. Precisamente, lo que hablábamos con el Colegio de Profesionales del Servicio Social de Misiones es la necesidad de que realicen esta presentación en tribunales, que notifiquen que hay peritos capacitados y pidan que -para trabajar como peritos- se tenga un curso de capacitación avalado por el Colegio. ¿Cuáles son los peritajes más recurrentes?Los informes ambientales para juicios de adopción y guardas. También el trabajo que se hace con los regímenes de visitas cuando hay divorcio o informes para aumentar o disminuir cuotas alimentarias. Se puede decir que usted ha visto mucho en estos años. ¿Algo llamó más su atención?No dejo de sorprenderme. Una de las cosas que me sorprende es el uso que dan los jueces a las pericias, algunos toman muy en cuenta lo que dicen los peritos en las sentencias y otros no… los peritos somos auxiliares de la Justicia, no podemos sentenciar, marcamos pautas, somos los ojos del juez. Nuestro trabajo es dar al juez elementos… si en un régimen de visita yo le estoy mostrando durante algún tiempo que esa mamá, por más que tenga la tenencia del hijo, no tiene la capacidad para tenerlo y hay un papá que se está preocupando y lo podría tener mejor que la mamá… pero el chico sigue con la mamá y el papá sigue pagando los honorarios de un perito para poder ver a su hijo. Me sorprende mucho la cuestión de género, ¡cuidado cuando el letrado es una mujer y está patrocinando a otra mujer! No voy a decir a quién va a defender, cada uno que saque sus propias conclusiones. Sólo digo que si yo eligiera un abogado sería mujer. Con la Ley de Matrimonio Gay se viene una nueva etapa en las estructuras familiares y parenterales… En Buenos Aires, incluso antes de la ley, hubo varias adopciones en parejas del mismo sexo. Obviamente, sólo pedía un miembro de la pareja. Personalmente, creo que hay que haber estudiado mucho y haber visto mucho antes de opinar sobre este tema: el de parejas homosexuales como padres adoptivos. Hace algunos años (fui presidente del Tribunal de Ética del Colegio profesional de la Ciudad de Buenos Aires) organizamos unas mesas redondas sobre el matrimonio igualitario… hasta ese momento yo estaba de acuerdo con el matrimonio igualitario pero no con la adopción. Era un ignorante. Después me di cuenta de que no tiene nada que ver y tengo experiencia de haber trabajado en casos de gente homosexual que adoptó a criaturas que, no por eso, salieron homosexuales. Siempre pongo un ejemplo de un señor profesional al que le hice una pericia particular para adoptar. Él adoptó en una provincia a una nena y me quiso vender que tenía su pareja heterosexual pero, como no duermo en la cama de ellos, hay ciertas cosas que tengo que creer. Al tiempo me pidió otro informe queriéndome vender la misma historia. Pero yo había observado que esa nena había llegado desnutrida, con falencias impresionantes en su salud psicofísicas y se recuperó. La adoptó cuando tenía menos de un año y después adoptó otra nena, hermana de la primera. Cuando quiso adoptar el varoncito -la mamá biológica dio su primera hija a los 16 años y tuvo al tercero a los 19- tuve mis prejuicios, me negué a hacerle el informe y le dije que era porque sabía su orientación sexual. De todos modos, este señor logró adoptar el varón que hoy tiene veinti tantos años… los tres chicos fueron a los mejores colegios, trilingües, y el chico es todo un “macho”. Macho pardales… es decir, el chico no es homosexual porque su papá lo es y tiene una pareja con la que convive. Eso y lo que aprendí con la Sociedad Argentina de Pediatría a través de los trabajos que presentaron en estas mesas redondas, me hicieron reconocer que no tiene nada de malo la adopción de n
iños por parejas gay. ¿Sigue pesando mucho la cuestión de género en la tenencia de los hijos? Absolutamente. Hace diez años, cuando una pareja se separaba, nadie discutía que los hijos irían a vivir con la madre. Y hoy siguen yendo con la madre… hay que probar que la madre ejerce la prostitución o que tiene problemas psiquiátricos serios para que los chicos no queden a su cargo. En cambio, el hombre siempre tiene que demostrar que es un buen padre, que tiene un lugar adecuado para que duerman sus hijos, que tiene un buen trabajo.Social y laboralmente, hoy los hombres y mujeres están a la misma altura, pero la legislación no cambio en nada, sigue con ciertos prejuicios. Es más, para adoptar siempre se dio prioridad a las parejas heterosexuales, aunque no estuvieran casadas legalmente, por sobre una mujer soltera y -todavía más difícil- sobre un hombre soltero… siempre que estos solteros no fueran una persona pública, porque hay muchas personas públicas que han adoptado y son solteros. No me tocó ser perito en esos casos, pero los conozco. La legislación se inclina por la tenencia de los hijos a favor de la madre pero ahora los padres pelean para revertir esto… Creo que los hombres pelearon siempre por la tenencia de sus hijos pero ahora se sienten más apoyados en esta lucha. Por mi experiencia, cuando un papá pide la tenencia de sus hijos suele ser por razones justificadas. En cambio, cuando las mujeres hablan de abuso sexual, no siempre es verdadero… es un caballito de batalla que se está usando mucho y lo triste es que es acompañado por los abogados. Por eso, falla la mediación… a los abogados -a los malos- nunca le interesó la mediación porque se les termina el juicio. Los trabajadores sociales tratamos permanentemente de mediar. ¿Qué suele llevar a los padres a pedir un régimen de visita?Como peritos sociales debemos saber decodificar cuál es el problema entre las partes. Cuando nos piden actuar en un régimen de visita, debemos detectar los motivos por los que se lo pide. Generalmente, la cuota alimentaria es el “otro” problema. Los peritos sociales tenemos que trabajar con estas situaciones porque si yo informo eso -en vez de mediar- estoy llevando un conflicto más a esa familia. Yo trabajo mucho con las partes.





Discussion about this post