POSADAS. El crecimiento de la franja hotelera de pequeña y mediana escala en la provincia “refleja la apropiación del turismo como medio de vida de los misioneros”, de acuerdo al análisis realizado por los especialistas en turismo tras los datos obtenidos en el empadronamiento hotelero que culminó en su primera etapa el pasado 11 de agosto. También se resalta, entre otros valiosos puntos, que las cabañas forman parte del segmento con mayor potencial para los inversores locales.“Son muchos los misioneros que están invirtiendo, armando su negocio no solamente inmobiliario sino pensando en el turista. Esto es porque en las décadas del 70 y 80 hubo muchas inversiones en hotelería en Iguazú y algunas en Posadas como una cuestión inmobiliaria, y después ocuparse del turista. Sin embargo las inversiones que se observan ahora en cabañas, centros turísticos, piletas u ONG están pensadas dentro de ese paradigma de prestación de los servicios, en la demanda que viene”, explicó el subsecretario de Capacitación y Control de Calidad del Ministerio de Turismo de la Provincia, el licenciado Ariel Kremar, durante de la jornada sobre turismo sustentable realizada en un céntrico hotel capitalino.Según Kremar, la inversión en alojamientos hoy está mejor definida que años atrás “porque quien invierte está pensando en el mercado que va a satisfacer, esa es la diferencia que estamos viendo. En esto tienen mucho que ver los centros de formación universitaria que hay acá con carreras de turismo y centros terciarios, del Estado y privados, que generan una masa crítica que hacen que la actividad esté más definida”.CorrelatoPara el funcionario, el aumento de cabañas en general, tiene un correlato en el incentivo del Gobierno en alentar la inversión local “y este tipo de emprendimientos tienen un costo más accesible para gente que proviene del sector maderero, de la construcción o del agroalimento y abaratan la inversión por ese lado. Todos estos elementos hacen que las cabañas se hayan convertido hoy en el segmento con más potencial”.Las explotaciones turísticas de pequeña escala, que van desde los campings a las cabañas, en el verano último “explotó” con 12.500 visitas en el Moconá en enero y febrero, Concepción de la Sierra recibió a 35 mil personas en ese período, 50 mil visitaron los saltos del Tabay, con 80% de misioneros, correntinos y paraguayos. Creció la variedad y calidad de alojamientos La primera etapa del empadronamiento hotelero resultó muy buena para los especialistas fundamentalmente porque se anotaron más de los que tenían en el registro oficial -que fue tomado como dato precedente- y se alcanzaron unas 15 mil plazas en Iguazú, Posadas, San Ignacio, Oberá y El Soberbio, tal lo expuesto por el propio ministro de Turismo, Horacio Blodek, en declaraciones radiales.“El mayor éxito se alcanzó en Iguazú porque ahí también existe el mayor volumen de establecimientos que en algunos casos ni siquiera habilitación municipal tenían y no se trata únicamente de locales nuevos sino unidades habitacionales que los propios hoteles habían agregado pero que les faltaba informar”, apuntó a su turno el subsecretario de Capacitación y Control de Calidad del Ministerio de Turismo de la Provincia, el licenciado Ariel Kremar.Una de las evaluaciones realizada por Kremar es que “en el caso del turismo extranjero, se amplió la variedad de alojamiento pensando en esa demanda internacional, se agregaron servicios que esa demanda los solicitaba y se agregaron hoteles de alta gama, que tienen un potencial enorme con las Cataratas como maravilla del mundo”. También el funcionario señaló que en el caso del turismo nacional e interno, también hubo una mayor variedad de modalidades de alojamientos, incorporación de servicios, no nos quedamos en el destino ‘gasolero’, que podría resultar peligroso porque limita el crecimiento y la rentabilidad del sector”.AmplitudA modo de síntesis, Kremar dijo que el empadronamiento mostró “amplitud en la variedad de modalidad de los alojamientos y mejoras en la calidad de los servicios en los segmentos más exigentes, esa es la evaluación que estamos haciendo”.El registro anterior que tenía el Ministerio de Turismo marcaba un estimado de 15.500 a 16 mil plazas en toda la provincia. Hasta ahora muestra que en Posadas hay tres mil con un crecimiento más lento que Iguazú. Sumadas todas las localidades, incluso las más importantes, permitirá alcanzar las 20 mil plazas.El registro seguirá abierto hasta empadronar a toda la provincia, los que no lo hagan, que por el momento se trata fundamentalmente de aquellos establecimientos que deben regularizar alguna documentación, “de igual manera demostraron interés en sumarse voluntariamente a registrarse, porque una vez concluido, ahí sí saldremos a controlar y puede llegarse a la clausura, cosa que no pretendemos ocurra”, dijeron desde el Ministerio. “Estamos poniendo el foco en la calidad del alojamiento, buscando un equilibrio entre el control y la necesidad de que estén bien las instalaciones, el equipamiento del hotel, la parte más visible y una óptima prestación del servicio”, destacaron. Registro exclusivo para casasEn el empadronamiento hotelero también contempla al alojamiento alternativo, como casas de familia, departamentos, a los que habitualmente se recurre cuando ya no existen plazas disponibles, pero que resulta un segmento muy particular, que suele generar más de un dolor de cabeza porque hay quienes no cumplen con los requisitos mínimos para ofrecer ese servicio.“En Posadas muchas de las casas de familia que suelen sumarse para brindar alojamiento todavía no se anotaron porque no tienen CUIT. El concepto de las casas de familia como complemento lo estamos analizando porque hay casos como Iguazú que trabajan regularmente todo el año, como sucede en otras ciudades del país como Rosario y Paraná. Es por ello que tendrán su registro, tendrán que adecuarse a la normativa vigente como unidad de alojamientos comerciales, con su respectivo CUIT”, apuntó el licenciado Ariel Kremar. El funcionario también remarcó que también hay otras provincias, como Salta, que durante la temporada alta habilitan un registro de unidades de alojamiento complementario, “solamente para ese período, no para que trabajen todo el año porque puede darse que entren a competir en forma desleal con los hoteles que pagan y tributan sus impuestos para trabajar. En Posadas vamos por ese camino, que los que trabajan regularmente deberán registrarse en una categoría que le vamos a asignar y otros para los que lo hacen
cuando durante la temporada nos vemos saturados en la plaza y serán catalogados como alojamiento complementario”. Por otro lado, hubo gratas evaluaciones mediante el empadronamiento, como el de San Ignacio, a la que siempre se la catalogó de ciudad-dormitorio y que ahora creció notablemente, no tanto en la instalación de grandes hoteles, pero sí en el agregado de plazas, cabañas y hostels. También se supo que varias cadenas hoteleras importantes ya han mostrado su interés en instalarse en esa localidad.El Soberbio es un caso parecido al de San Ignacio, donde todo es muy eminente a partir de la pavimentación del acceso a los Saltos del Moconá y de las obras que están previstas, como las pasarelas. No hay grandes hoteles, sino en modalidad de cabañas, lodges, que son una apuesta fuerte en el desarrollo de productos turísticos ligados a la selva, y en los casos de hoteles residenciales que tradicionalmente trabajaban antes con viajantes han agregado habitaciones y servicios.





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