BUENOS AIRES (Agencias-Diarios Digitales). Tal como se preveía, Diputados aprobó la expropiación de la ex Ciccone Calcográfica.En medio de duros cruces, la oposición hizo foco en el vice. Pero también acusó al Gobierno de querer encubrir la responsabilidad del vice en el escándalo.Desde el mediodía de ayer, la Cámara baja debatió el proyecto que declaraba de utilidad pública y sujeta a expropiación a la Compañía Sudamericana de Valores, ex Ciccone. Los legisladores también abordaron la validez del decreto de necesidad y urgencia (DNU) que dispuso la intervención transitoria de la ex Ciccone por un plazo de sesenta días. Pese a que el oficialismo se encaminaba desde el principio a lograr el número necesario con cierta holgura, a lo largo de las exposiciones quedaba claro que la medida no sortearía el trámite con el mismo consenso que consiguió en el Senado. Es que las voces críticas se hicieron escuchar con más fuerza, y en este caso los bloques opositores que acompañaron el proyecto exigieron además que una comisión parlamentaria investigue el caso. “Implicación no relevante”Durante su alocución como miembro informante del proyecto, la kirchnerista Diana Conti destacó que el vicepresidente Amado Boudou no está implicado de forma “relevante” en las investigaciones por irregularidades en la venta de la ex Ciccone Calcográfica. “Dejemos que los caminos de la Justicia caminen por donde tienen que ir”, solicitó, al tiempo que recordó los proyectos opositores que también sugerían expropiar la planta.Conti se refirió así al que sin dudas fue el eje de las diatribas más duras a lo largo del debate. Tal fue el caso del vicepresidente de la Cámara de Diputados, Mario Negri, quien denunció en el Gobierno que “ahora la estrategia es, ante las gravísimas sospechas de corrupción existentes en este caso, intentar hablar de expropiación en lugar de corrupción”. “Solamente queremos saber si existe alguna vinculación entre Vandenbroele y el vicepresidente; entre funcionarios de la UIF y de otras reparticiones del Estado”, explicó.Julio Martínez, también de la UCR, fue más lejos en la acusación: “Entendemos que Boudou está comprometido y, seriamente, en este tema”, dijo, y acotó: “Esto es un escándalo, no se enmarca en una estatización común”.Planteos con argumentos similares se escucharon durante toda la jornada, en la que se registraron más de ocho horas de discursos. Uno de los más duros fue cuando promediaban las palabras de cierre, cuando la diputada del PRO Laura Alonso afirmó sin vacilar que el vicepresidente “es un corrupto y un mentiroso” y acusó a Cristina Kirchner de protegerlo. Apoyo condicionado Al igual que en la Cámara alta, el proyecto logró contar con el respaldo de opositores. Entre ellos figura el bloque Proyecto Sur de Fernando “Pino” Solanas, quien defendió la medida por tratarse de una “tarea patriótica”. Sin embargo, no ahorró críticas contra el Gobierno. “A nadie se le escapa que el país está cruzado por todo tipo de mafias”, indicó. Se preguntó, no obstante, qué objeto tendría dejar la empresa en manos de ese tipo de personas. “No hacemos leyes para quince días, hacemos leyes para muchos años”, señaló, aunque dijo que presentaría un proyecto para pedir una comisión permanente que estudie el futuro complejo. Similar recurso utilizó Felipe Solá para argumentar su voto. El legislador peronista adelantó su acompañamiento en general, pero cuestionó con dureza el modo en que se llevó adelante la discusión y coincidió con la necesidad de que una comisión del Congreso siga el caso. “La mayoría que consigue las leyes que quiere la Presidenta en un tiempo tan rápido que ya se ha olvidado tiene responsabilidades y no las cumple”, lanzó. Consideró que “corresponde que se haga un desagravio a quienes votarán en contra, porque se los ha llamado borregos”.Solá aludió así a las críticas que la oficialista Diana Conti había hecho en la víspera contra quienes se opondrían a la medida. “La actitud es lo ‘hago rápido, lo hago mal y si puedo te ofendo’”, dijo, y se quejó “por las formas”.“Voto a favor porque vemos objetivamente el problema”, dijo Solá, pero aclaró que detrás del proyecto “están las huellas de un desastre encabezado por el vicepresidente, que se escondió como un cobarde y que hoy la mayoría de la cámara ayuda a que se siga escondiendo”.El PRO, el Frente Peronista, la Coalición Cívica y la UCR anticiparon antes de la votación que se opondrían a la expropiación por considerar que el Ejecutivo nacional busca despegar al vicepresidente del caso. En tanto, el sector que lidera Solanas y el Frente Cívico de Córdoba (que responde a Luis Juez) acompañaron el proyecto, al igual que aliados del kirchnerismo como el bloque Nuevo Encuentro.“Conforme a la Constitución”El diputado kirchnerista Luis Cigogna defendió el proyecto de expropiación de la ex Ciccone por entender que estaba “conforme a la Constitución y la legislación vigente” y tildó a los radicales de “inconsecuentes” e “hipócritas”. “Lo que ayer era proteger la soberanía, hoy es el encubrimiento de un delito, ¿en qué quedamos muchachos?”, le preguntó el diputado oficialista a los integrantes del bloque de radicales, que presentó este año un proyecto de expropiación de la compañía pero ahora no avala la iniciativa oficialista.“Salvar a Boudou”El diputado nacional por el Frente Peronista, Eduardo Amadeo, sostuvo que “la expropiación de la exCiccone es una maniobra para encubrir al vicepresidente”.El legislador afirmó que “pretenden que todos los argentinos paguen por una empresa quebrada con el pretexto de mantener la soberanía monetaria, cuando el único objetivo es ocultar la corrupción del kirchnerismo”. “La sociedad está cansada de los atropellos del Gobierno nacional”, aseveró Amadeo, y agregó que “aunque perdamos
en votos, no dejaremos de trabajar por un país confiable, con instituciones transparentes y poniendo límites al autoritarismo”. “Boudou es el dueño”La diputada de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, apuntó al vicepresidente Amado Boudou y dijo que “es el dueño de la empresa” de impresión de billetes Valores Sudamericana, al tiempo que consideró que Cristina Kirchner “conocía o debía conocer” esa situación.La legisladora sostuvo que la empresa ex Ciccone es un “negocio del poder”, que involucra al titular del Senado y a “otros funcionarios”.“No hay dudas de que el señor Amado Boudou es el propietario y que tiene como rehenes a todo el Frente para la Victoria. Esa es la sonrisa de Boudou en el Senado. Sabe que no va solo”, enfatizó la ex líder de la CC en el recinto.A su entender, el “negocio” también involucra al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, y al secretario de Comercio, Guillermo Moreno, por el levantamiento de la quiebra.





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