GINEBRA, Suiza (AFP-NA). Las fuerzas gubernamentales sirias y sus milicias han cometido crímenes de guerra y contra la humanidad, según un nuevo informe de la comisión de investigación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que acusa también a la oposición armada de perpetrar crímenes de guerra pero a menor escala. En el informe de 102 páginas difundido este miércoles en Ginebra, la comisión acusa de “ crímenes contra la humanidad como asesinatos y torturas, crímenes de guerra y violaciones flagrantes de los derechos humanos y las leyes humanitarias” a las fuerzas gubernamentales y las milicias afines. La comisión independiente de investigación, que recibió su mandato del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, denunció “asesinatos ilegales, ataques indiscriminados contra la población civil y actos de violencia sexual”. “Esas violaciones fueron cometidas en el marco de la política del Estado, lo que supone la implicación al más alto nivel de las fuerzas armadas y de seguridad y del gobierno”, añade. El texto añade: “Los grupos armados antigubernamentales cometieron crímenes de guerra, incluyendo asesinatos extrajudiciales y torturas. No obstante, esas violaciones y abusos no tuvieron la misma gravedad, frecuencia y escala que los cometidos por las fuerzas gubernamentales y las milicias”. En septiembre, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU examinará el texto.Siguen los combatesEn tanto, los rebeldes del Ejército Sirio Libre (ESL) reivindicaron este miércoles el atentado dirigido contra un grupo de militares reunidos en un edificio del Estado Mayor, situado cerca del hotel donde se hospeda la delegación de la ONU en el centro de Damasco.El atentado con bomba que causó cinco heridos, según un militar en el lugar, se produjo en un aparcamiento del Estado Mayor. Un oficial explicó que la explosión ocurrió hacia las 8 (5 GMT) en el momento en que “reclutas hacían sus ejercicios físicos y recibían sus instrucciones, como cada día”. Según una periodista de la AFP, la bomba estaba colocada en la parte trasera de un camión cisterna. Varios vehículos militares y las paredes del edificio contiguo del Sindicato de Trabajadores quedaron destruidos.Los rebeldes del ESL, compuesto por desertores y civiles que tomaron las armas, reivindicaron este ataque y explicaron que el objetivo era “una reunión de militares en una oficina del Estado Mayor”. El atentado “fue planeado por expertos para que se produjeran dos explosiones a las 8.05 (5.05 GMT del miércoles) durante la reunión de oficiales y suboficiales del ejército y de la ‘shabiha’ (milicias favorables al régimen) donde se deciden las operaciones del día en Damasco”, aseguró a la AFP el comandante Maher al Nuaimi, jefe de la oficina de coordinación del comando del ESL en Siria. Ningún miembro de la ONU, cuyo hotel se encuentra cerca del lugar de la explosión, resultó herido. En otros lugares de la capital, las tropas del régimen lanzaron el asalto a diversos barrios donde resisten focos rebeldes, informó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). En Alepo, el otro gran frente en el norte de Siria, el ejército, apoyado por helicópteros, bombardeaba diversos barrios, especialmente Saladino, un bastión rebelde, del que las tropas dijeron haber retomado el control, según el OSDH. Una fuente de seguridad afirmó a la AFP que los insurgentes se encontraban en el límite de este emblemático barrio y que el ejército ocupaba la mitad de Seif Al Dawla, otro bastión rebelde.El próximo objetivo de las tropas, según esta fuente, es el barrio de al Sukari, donde los insurgentes disponen de numerosas armas y munición. "La estrategia es asediarlos hasta el agotamiento, antes que emprender grandes operaciones" en esta ciudad en la que varias calles estaban cubiertas de cadáveres de rebeldes o de soldados, añadió esta fuente.Bombardeo letalMás de veinte personas murieron en un ataque aéreo este miércoles en la localidad de Azaz, en el norte de Siria, cerca de la frontera con Turquía, afirmó el OSDH.“Puedo afirmar que hemos podido identificar a más de 20 muertos" en esa localidad situada cerca de la frontera turca, declaró a la AFP el presidente del Observatorio, Rami Abdel Rahman.Precisó que el ataque alcanzó también a los once peregrinos chiitas libaneses secuestrados el 22 de mayo en el norte de Siria, y que cuatro de ellos resultaron “gravemente heridos”.Según él, un avión largó misiles contra una antigua sede local del partido Baas, convertida en cuartel general de los grupos rebeldes.Varios testigos dieron parte a la AFP de “un ataque aéreo en el que se dispararon muchos misiles, que destruyeron al menos diez casas”.“Los muertos son civiles y combatientes, pero lo que está claro es que era una base del Ejército Sirio Libre”, integrado por desertores y civiles que tomaron las armas, explicó Rami Abdel Rahman.En un video difundido por el OSDH podía verse a gente reunida delante de unos cascotes, entre los que intentaban sacar a las víctimas.





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