POSADAS. El bosquejo apareció pegado en la cartelería del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional I, sobre la avenida Uruguay, el 10 de julio pasado. Después del acto de asunción de autoridades, a varios comisarios y subcomisarios les llamó la atención la serie de dibujos de ese extraño “híbrido”, mitad auto, mitad camioneta. Los más osados hasta le sacaron fotos.La idea le pertenece a un suboficial egresado de una escuela técnica y consiste en transformar una patrulla chocada en una “mini camioneta” que permitiría oxigenar la labor diaria. El proyecto le interesó hasta al propio subjefe de la Policía y, de hacerse realidad, podría transformarse en una solución a corto plazo para la problemática que PRIMERA EDICIÓN planteó en su edición de ayer.Su “granito de arena”La iniciativa tuvo como punto de inflexión el accidente que sufrió la patrulla 3-256 del CR-I, el 10 de junio, en Francisco de Haro y Cabred. El Chevrolet Corsa Classic II, entregado en noviembre de 2011, sufrió la rotura del eje trasero y daños en la chapa de la parte trasera izquierda.Como el otro automóvil que protagonizó el accidente no tenía seguro, el 3-256 quedó “colgado” en el estacionamiento de la dependencia a la espera de interminables actuaciones administrativas que podrían minarlo definitivamente. Un auto menos para salir a la calle.Según estimaciones de efectivos del Comando, recuperar el Corsa II y dejarlo en condiciones le costaría al Estado unos 7 mil pesos. Entonces, la idea del suboficial se transformó en dibujos y cautivó a varios jefes de la fuerza.El uniformado buscó una manera de abaratar costos, agilizar la reparación y, además, brindarle una nueva y necesaria funcionalidad a la patrulla. La encontró en el diseño que se publica algunos renglones más arriba.La idea es simple. Consiste básicamente en transformar el vehículo, retirándole el cobertor del baúl y articulando las butacas de atrás. Así, se convierte en una “mini camioneta”, a menos de la mitad del costo previsto para el arreglo.¿Qué gana la dependencia con el “híbrido”? Como este medio publicó hace pocas semanas, son varias las comisarías que no cuentan con una camioneta para trasladar, por ejemplo, las motocicletas que protagonizan accidentes. Los propios efectivos deben arrastrar esos vehículos hasta el depósito cuando la Justicia ordena su incautación.Además, serviría para el traslado de enfermos de urgencia, de demorados y hasta de elementos o “pertrechos”, todo sin perder los beneficios de un automóvil que, por ejemplo, tiene mayor acceso y movilidad en espacios reducidos.Una fuente cercana reveló también que el suboficial encargado de la idea proyectó el “híbrido” con ayuda del manual del Corsa II, es decir, manteniendo las medidas de seguridad del vehículo, que incluso ganaría hasta 1,85 metros de espacio en la parte posterior.“Otra ventaja es que, al rebatir uno de los asientos traseros, el otro queda firme y ahí puede ir un policía velando por la moto, el herido o lo que se transporte”, contó el portavoz, que comparte la idea acercada por el suboficial.“Está buena la idea, hay que estudiarla”, dicen que dijo el comisario general Omar Amarilla, subjefe de la Policía, cuando vio los esquemas en el Comando. Consciente del aporte positivo, el suboficial presentó el proyecto ante el mayor Mario Miño cuando éste era jefe de la dependencia. De ahí fue elevado a la UR-I y, esperan, llegue también oficialmente a Jefatura.De lo particular a lo general, si la idea “prende”, bien podría ser una solución a corto plazo en varias dependencias de Misiones, pero principalmente en la capital provincial, donde como este medio publicó ayer en un informe especial, apenas 25 móviles custodian la seguridad pública de unos 325 mil posadeños.




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