POSADAS. En la formalidad, los empresarios de Maderera Iguazú no completaron los pasos administrativos de despido de los 61 trabajadores de su planta industrial en Wanda. Pero, ante el Ministerio de Trabajo de la provincia, en reunión de conciliación, habrían admitido que no explotarán más la sede misionera tercerizada por La Palmina. Y menos aún, que habría disposición a pagar los salarios y aguinaldo.La situación se convirtió en un dolor de cabeza para el intendente Jorge Frowein, quien evaluó en PRIMERA EDICIÓN que “es un impacto grande. Son 61 familias, no es poco para nosotros. Es toda una preocupación. Nos sentimos realmente excedidos porque el municipio no las puede absorber. Además a esta gente le corresponde por lo menos cobrar una indemnización”. Desde el punto de vista legal, el jefe comunal opinó que “no hay nada que diga que está cerrado por más que nosotros sabemos que no está funcionando, no está operando. Pero no hay nada oficial: los empleados no fueron despedidos ni con causa ni sin causa. Una situación completamente irregular. Creo que el primer paso es tratar de blanquear la situación: si va a seguir o, en el caso contrario, indemnizar al personal”.Desde la Unión de Obreros de la Industria de la Madera de General Belgrano con sede en Puerto Esperanza, su titular, Jorge Ríos, advirtió a este diario que los trabajadores “estamos esperando que el Ministerio de Trabajo dictamine. Y si tenemos que ser más rigurosos en la protesta, vamos a tener que llegar al corte de la ruta nacional 12, alguien nos tiene que escuchar, porque en la planta industrial no hay nadie, está abandonada. Sólo estamos nosotros a la vera de la ruta 12. Hasta están los cuatro gerentes de Recursos Humanos, industrial, de administración, todos reclamando por su plata. ¡Los dueños se fugaron! No dieron la cara, tampoco el dueño de la planta. Se llevaron computadores, el tarjetero de personal, se llevaron todo lo de administración”, denunció el dirigente gremial. Y agregó: “Nos dimos cuenta de que esta gente estaba vaciando la planta industrial, llevando máquinas, productos terminados. Cuando nos dimos cuenta de que nos quedamos sin nada, se decidió bloquear la salida para que no salga nada más, porque nos afecta a los trabajadores”. Sin embargo, “el director de Empleo, Jorge Valenzuela, no apareció todavía por acá, lo seguimos esperando. Vamos a esperar hasta el viernes, pero el clima es muy tenso. Los muchachos no están acostumbrados a este tipo de medidas. Vamos a agotar las instancias administrativas”, aseguró Ríos.La situación del mercado laboral es crítica. Según el secretario general de la UOIM, “no hay posibilidad de inserción en la zona. Las empresas madereras están en crisis en la zona. Sabemos que más que tomar gente, están despidiendo. Tenemos empresas grandes que se hallan trabajando de lunes a jueves, porque no pueden vender. Acá, estamos sin posibilidades de que esta gente trabaje”.El intendente Frowein aseguró que en medio del conflicto “los estamos ayudando con víveres, con leña, comestibles, es decir, con todo lo que los podemos brindar para que ellos se puedan mover. Además de las gestiones que uno pueda hacer para remediar esto”. Y reveló: “Aparentemente podría haber nueva reunión pero depende del Ministerio”.Salida ordenadaHaciendo historia, Frowein detalló que “este es un aserradero cuyo dueño es Quinto Pulenta. Ellos han explotado entre trece a catorce años el aserradero con muy buenas referencias, gente muy cumplidora con el Estado, incluso los empleados manifiestan lo mismo. Hace dos años, con la caída del mercado internacional, la familia decide apartarse del negocio y se lo entrega a uno de sus proveedores con el que tenía relación, que es Maderera Iguazú, cuyo dueño es Pedro Wawrysczuk, del cual no tengo referencia. Según los empleados, a partir de ahí se inician los conflictos”.Reveló además que “estoy hablando todo el tiempo con el señor Pulenta y él tiene la mejor predisposición en buscar una salida ordenada. Pero me dijo que él legalmente está limitado, porque todo está en el aire. En todas las conversaciones me dijo que no tiene intenciones en seguir explotando el aserradero. No desaparecer, sino buscar el acuerdo correcto y justo”.Sobre la posible constitución de una cooperativa de trabajo el intendente de Wanda evaluó: “No es fácil. Estuve hablando con gente experta del tema forestal y me dice que no es un tema menor. Primero hay que garantizar el abastecimiento de madera porque La Palmina no tiene monte propio y necesita depender de proveedores. Desde mi punto de vista no me parece lo más difícil porque se puede hablar con gente que tiene madera para que se garantice. Los otros pasos no son tan simples: hay que buscar a alguien que se haga responsable de la gestión, el compromiso de gerenciar. Y los mercados: que sea competitivo”, afirmó.




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