PUERTO ESPERANZA. La declaración de la novia del único detenido por el aberrante homicidio de la estudiante Liani Itatí Piñeiro fue determinante para avanzar en la investigación y desmantelar la coartada que el muchacho intentó montar desde un principio, indicaron fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN.Hasta ese momento, la Policía tenía fuertes indicios pero no terminaba de cerrar el círculo alrededor del sospechoso de 18 años.Dudaban, justamente, porque la muchacha aseguró que, el día que mataron a Liani, había pasado la noche con él y hasta durmió en su casa.Sin embargo, ante el cúmulo de indicios en contra de su novio, se quebró y confesó todo.La chica declaró entonces que la primera versión que había dado era todo una mentira y que lo había hecho coaccionada por el sospechoso. Sin dudas, ese testimonio desató el nudo que envolvía el misterio y a partir de él, la causa avanzó a pasos agigantados hacia su resolución.Las autoridades creen y sostienen que el caso está prácticamente resuelto. A esta altura de los acontecimientos, no dejan de sumarse indicios comprometedores contra el acusado.El viernes, a la noche, se incautó un teléfono celular que pertenecería de la víctima y el arma blanca -un cortaplumas multiuso- que habría acabado con la vida de la estudiante de 18 años.La primera versión que dio la chica en sede judicial hablaba de que la noche del miércoles 11, el novio fue a buscarla en motocicleta al Bachillerato Polivalente Nº 20 de Puerto Esperanza.Eran alrededor de las 23 cuando se subió al biciclo y ambos partieron primero a la casa de su madre y luego a la de él, donde habría pasado la noche.Previamente, él había regresado a su domicilio en busca de una campera. La declaración, de alguna manera, destruía los indicios que había en contra del sospechoso. Sin embargo, con posterioridad, se quebró acorralada por los indicios probatorios en contra de él, y reconoció que aquella versión era una mentira.Fuentes del caso contaron que los indicios eran de tal contundencia que, en un momento determinado, la joven habría comprendido que ella también podía terminar imputada por encubrimiento.Y tarde o temprano podía suceder, sobre todo a través de las pruebas de ADN. Una teoríaEl juez de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, Juan Pablo Fernández Rissi, tomará declaración indagatoria el lunes al único detenido en averiguación del hecho.Claro que el sospechoso está amparado constitucionalmente y puede abstenerse de hacerlo.Otras fuentes indicaron a PRIMERA EDICIÓN que el sumario policial está prácticamente clausurado y que a partir de ahora, la pesquisa quedará a cargo del Juzgado interviniente.La misma especie señaló que todo indica, finalmente, que el autor fue uno y que actuó con una virulencia digna de una bestia.La teoría de una entregadora, al parecer, apuntaba a la novia, quien en un principio dio una versión de los hechos y después se desdijo, ante la posibilidad concreta y real de que pudiera quedar imputada por el delito de encubrimiento.Al parecer, pese al sentimiento que la unía al muchacho, decidió contar la verdad.De alguna manera contribuyó y mucho a que el caso pueda avanzar hacia su resolución. Habría confesado parte de su participaciónEl único sospechoso de la causa, que permanece detenido en una dependencia policial de Puerto Iguazú, habría confesado parte de su participación en el espeluznante episodio.De ser así, para que tenga validez jurídica, debe hacerlo en sede judicial. La información trascendió el sábado.Supuestamente, el muchacho habría reconocido, siempre al decir de la versión extraoficial, que llevó a Liani desde la Escuela hasta el inicio del trillo donde el jueves 12 la encontraron brutalmente asesinada.A partir de allí, habría dicho desconocer qué sucedió con la estudiante de 18 años.En un principio, el muchacho será trasladado mañana al Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú.Obviamente, primero deberán designarle un abogado de defensor, si es que no puede costearse uno particular.En este contexto está en todo su derecho de abtenerse de prestar declaración indagatoria, aunque las fuentes consultadas por este diario presumen que sí lo hará.En esa ocasión se le notificará el motivo de su detención y, sobre todo, los delitos que se le endilgan.En un principio, el caso está calificado como “abuso sexual con acceso carnal y homicidio calificado por el ensañamiento y la alevosía”.En caso de ser declarado culpable en juicio oral, será condenado a prisión o reclusión perpetua. Hallan una navaja y creen que es el arma homicidaPUERTO ESPERANZA. Del misterio inicial a la multiplicidad de indicios con los que cuenta ahora la Justicia. Todo parece indicar que el homicidio de Liani se encamina hacia el esclarecimiento, más aun después del allanamiento realizado en las últimas horas del viernes, cuando los detectives dieron con una navaja que -creen- sería el arma homicida, además de un teléfono celular que pertenecería a la joven.Las últimas novedades registradas en la investigación son más que contundentes, aunque el magistrado Fernández Rissi y su equipo aguardan por las pericias correspondientes para terminar de cerrar la investigación.En ese sentido, trascendió ayer que en una serie de allanamientos realizado en los últimos minutos del viernes, los policías finalmente encontraron un cortaplumas estilo suizo oculto en el cielorraso de la casa de la hermana del detenido.Con ese arma se supone que el detenido ultimó a Itatí de un profundo corte a la altura del cuello. ¿Cómo llegaron a esa conclusión los pesquisas? Simple. Al cortaplumas incautado le falta una hoja similar a la que los investigadores hallaron en la escena donde fue encontrado el cuerpo de la joven estudiante.Minutos antes y bajo la atenta mirada de Fernández Rissi, los policías allanaron la vivienda en la que el detenido vivía junto a sus padres. El resultado en ese lugar no fue menos exitoso: también en el cielorraso, escondido, encontraron un teléfono celular tipo Blackberry de color crema.Primero y principal, el hecho de que el aparato esté en ese lugar fue más que sospechoso. No obstante, lo que más le llamó la atención a los uniformados fue que al teléfono le faltaba la “tapita” plástica. La parte faltante coincidiría con la tam
bién encontrada en el trillo donde apareció muerta Liani.Así las cosas, esos dos elementos serán sometidos a distintas pericias para establecer su origen y, principalmente, para saber si efectivamente coinciden con las partes “levantadas” por los criminalistas en el trillo. Una fuente de extrema confianza reveló a este medio que, a simple vista, la respuesta es claramente afirmativa.De todas maneras, como si la anterior batería de pruebas no fuera suficiente, en la vivienda del joven apresado las autoridades también se toparon con prendas de vestir con manchas de color escarlata, similares a sangre.“Se trata de un pantalón ‘bombacha’, estilo gaucho, de color blanco”, revelaron desde el seno de la investigación sobre la prenda incautada, que anoche viajaba hacia el laboratorio policial para las correspondientes pericias requeridas por el juez.Todos estos elementos fueron los que terminaron de fundamentar la detención del joven de 18 años por parte de la Justicia, que ayer dio un primer cierre en la investigación. Sin embargo, las fuentes consultadas aseguraron que un grupo de detectives continuará en Puerto Esperanza con el fin de seguir trabajando en el caso. Una historia que será difícil de olvidarAlrededor de las 5.30 del último jueves 12 de julio, un changarín de 22 años que caminaba por un trillo del barrio El Progreso, al suroeste de Puerto Esperanza, se topó con el cuerpo sin vida de Liani Itatí Piñeiro (18) y dio rápido aviso a las autoridades.En pocos minutos, una comisión de la comisaría de Puerto Esperanza arribó a la escena, en inmediaciones de donde se construye la Escuela Provincial 14. Allí, los uniformados constataron que sobre la tierra se encontraba el cadáver de la muchacha, quien había sido ultimada de un profundo corte en la garganta y que además tenía heridas punzantes en distintas partes.Además, el cuerpo tenía la ropa interior y los pantalones a la altura de los tobillos, signos claros de un probable abuso que finalmente se confirmó tras las pericias médicas.Todo indica que la joven estudiante salió de la Escuela Polivalente 20 rumbo a su casa junto a una amiga. Al parecer, lo hizo cerca de las 22 del miércoles 11, media hora antes del final de clases del tercer año nocturno.A partir de ahí, el misterio copó la historia hasta que lentamente los investigadores comienzan a esclarecer los pormenores del crimen.Ese duro trabajo está en manos de efectivos de Puerto Esperanza, de Investigaciones de la Unidad Regional V, de Homicidios de la Dirección de Investigaciones y de Criminalística de la Policía de Misiones, bajo la coordinación de la Justicia provincial.





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