POSADAS. “Queremos tener la posibilidad de ser protagonistas de nuestras propias investigaciones, reflexiones, análisis y debate que nos involucran. Queremos dejar de ser objetos de estudio para ser sujetos de estudio”. En tan pocas palabras, José Fernández, integrante de la comunidad mbya guaraní Tekoa Arandú, sintetizó las aspiraciones compartidas con sus pares de otras aldeas en relación a la inclusión educativa.El joven cursa actualmente el 3° año del Profesorado de Educación Primaria del Instituto San José de Eldorado. Si bien actualmente son varios cientos los jóvenes de las distintas comunidades aborígenes de Misiones los que se encuentran en edad de asistir a este nivel educativo y al universitario, las cifras actuales dan cuenta de una muy escasa inclusión. Según datos del Instituto de Políticas Lingüísticas, en toda la provincia, apenas treinta jóvenes guaraníes cursan estudios terciarios y universitarios.Martín González, de la aldea Perutí, quien cursa segundo año de Trabajo Social en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones manifestó a PRIMERA EDICIÓN: “Ahora yo estoy bien, estoy más adaptado a la universidad, aunque al principio – en 2009 cuando llegó a Posadas- me costó mucho. Pero tengo miedo de que el año que viene, los dos chicos de mi comunidad que están terminando la secundaria vengan a estudiar y no se adapten, porque todavía no hay una seguridad plena de tener todas las cosas que necesitamos para poder estudiar, y no todas las familias pueden pagarlo”. AbandonoEl joven se refirió al albergue -actualmente vive en el barrio Campus con un hermano y otro joven, aunque al principio eran siete y cuatro de ellos abandonaron la universidad-, las becas de comedor -la UNaM les otorga almuerzo únicamente- pasajes para viajar una vez al mes a su comunidad para contrarrestar el desarraigo -“porque para nosotros un mes lejos de nuestra familia es mucho tiempo”- y pasajes urbanos para viajar a la facultad (ambos son otorgados hoy por la universidad). En relación a estas necesidades básicas, destacó que “la UNaM buscó por todos los medios poder acompañarnos”, pero el rol de la Dirección de Asuntos Guaraníes fue prácticamente opuesto, salvo por los pasajes urbanos y “una bolsa de mercadería mensual que nos conseguían”. Haciéndose cargo de la realidadEn vista a la realidad que atraviesan las distintas comunidades, los estudiantes que tras mucho esfuerzo y sacrificio están llegando a culminar sus estudios, comenzaron a organizarse y reunirse para discutir diferentes aspectos que obstaculizan su plena inclusión en el sistema educativo en todos los niveles. Fue así que organizaron los “Encuentros de Estudiantes de los Pueblos Originarios de la Provincia de Misiones” (www.estudiantesguaranies.blogspot.com.ar), cuya primera edición se realizó en la aldea Perutí en septiembre pasado, y la segunda, en Tekoa Arandú de Pozo Azul, del 28 al 30 de abril de este año.“Somos varios los estudiantes que estamos próximos a graduarnos. Le pedimos al Estado que garantice nuestros derechos a educarnos con libertad, y le solicitamos el reconocimiento, la participación y el apoyo a nuestro grupo de trabajo -conformado en los encuentros- para que sigamos analizando, debatiendo, construyendo y evaluando la Educación Intercultural Bilingüe”, agregó Fernández, señalando también la importancia de que las autoridades competentes “tengan en cuenta la participación activa de los estudiantes secundarios, superiores, padres, autoridades y comunidad en general a la hora de generar medidas o políticas educativas”. Por su parte, Martín Fernández (23), estudiante de 3° año del Profesorado de Educación Primaria en el mismo instituto, señaló que “el Estado y las distintas instituciones que trabajan sobre la educación tienen la obligación de apoyar y acompañar a los estudiantes a alcanzar sus sueños. Y para esto tienen que tener en cuenta las distintas realidades y las necesidades de los chicos”.Por una verdadera interculturalidad“He tenido mucha experiencia sobre algunos profesores, instituciones y personas que tienen contacto con los pueblos originarios y siento que nos ven como si fuéramos nada”, manifestó Anselmo Fernández (19) estudiante del Profesorado de Lengua y Literatura en el Instituto Antonio Ruiz de Montoya. “Los conocimientos que tienen hacia nosotros son muy pobres y esto de alguna forma genera discriminación. Por eso hoy queremos pedirles que haya una verdadera interculturalidad, con un diálogo totalmente horizontal y no vertical, como lo que se maneja actualmente. Somos un pueblo con sensatez y cualidad propia, obligado a insertarse en otra sociedad dominante”, agregó, quien se definió como “un estudiante con un sueño de graduarse de profesor de lengua y literatura, de ser protagonista de mi propia creatividad; una persona que conserva su raíz y con un objetivo de lograr múltiples conocimientos; de manera tal de poder responder a las necesidades sobre la educación que se presentan en mi comunidad Tekoa Arandú” y de otras comunidades que lo requieran”.Cada vez más lejosEste grupo de estudiantes han asumido la responsabilidad de revertir la situación marginal en relación a la educación que sufren sus comunidades. Al respecto recordemos que según datos oficiales unos 2.500 chicos guaraníes asisten al nivel primario y sólo entre 150 y 180 logran continuar el nivel secundario. De ellos, pocos concluyen este nivel para luego poder afrontar el desafío que significa radicarse en las ciudades para cursar estudios superiores. Uno de los principales obstáculos para alcanzar estos niveles se encuentra en que, si bien la mayoría de las aldeas cuenta con escuelas primarias y/o aulas satélites, no ocurre lo mismo con la escuelas secundarias. Por ende, para cursar este nivel los niños deben viajar varios kilómetros hasta la escuela media más cercana, lo cual implica caminar largas distancias, conseguir un medio de transporte o pagar un colectivo, hecho que muchas veces es dificultoso para sus familias. Y las dificultades se profundizan aún más cuando los adolescentes deben salir a trabajar o tienen familia a muy temprana edad, lo cual ya coarta casi definitivamente sus posibilidades de estudio.Participar del proceso educativoEn relación a la construcción del proceso de enseñanza-aprendizaje que satisfaga las necesidades de los estudiantes guaraníes y evite el fracaso y deserción escolar, el Grupo Coordinador de los encuentros destacó “la importancia de que los estudiantes secundarios, que son protagonistas del proce
so educativo participen de los encuentros, para poder delinear juntos nuevas estrategias”. En este proceso también valoraron “las palabras de experiencia, sabiduría y fuerza de los padres y autoridades que nos alentaron a que sigamos luchando por nuestra educación”. Principales demandasTras los encuentros estudiantiles, los jóvenes guaraníes dejaron expresadas las principales demandas y algunas propuestas para atenderlas y revertir así la situación de marginalidad en la cual el acceso a la educación aparece como privilegio de algunos pocos, y no como un derecho, tal como lo establece la Constitución Nacional y la Declaración Universal de los Derechos de los Niños, Niñas y adolescentes, entre otras normativas.Por un lado señalaron la “escasez de recursos económicos: falta de becas, albergues, pasajes urbanos e interurbanos, escasez de útiles escolares, alimentos y vestimenta para todos los estudiantes”. En segundo término, “la distancia y el mal estado de los caminos para acceder a las escuelas secundarias, lo cual dificulta el traslado de los estudiantes”. En tercer lugar mencionaron “los bajos contenidos curriculares básicos de las escuelas primarias, que generan una brecha muy amplia a los estudiantes que continúan los estudios secundarios” y, por último, “la falta de tutores para acompañar el proceso de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes”. Acordaron solicitar ayuda económica en forma de becas, albergues, pasajes y alimentos. También resaltaron la importancia de incorporar tutores “que deberán ser estudiantes guaraníes avanzados, acompañados por un tutor no guaraní que conozca la realidad social del pueblo guaraní y respete las pautas acordes para el desempeño en las tutorías”.





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