POSADAS. Delegados de los trabajadores en protesta desde hace siete meses que mantienen la toma pacífica del frigorífico El Zaimán (FEZA), mantuvieron dos encuentros con la hasta ahora cara visible del sector empresario, Levy Giménez. Sin embargo, el intento de acercamiento estuvo lejos de lograr persuadir a los obreros de su lucha. Para esta tarde se espera que el secretario general del Sindicato de la Industria de la Carne local, Doroteo Sosa, explique a los casi cincuenta trabajadores el estado de las negociaciones que realiza en su nombre, en el marco de la comisión que funciona con representantes del Gobierno provincial que buscan una salida a la crisis. Pero nuevos datos en poder de los obreros despiertan cada vez más sospechas. Ahora, una versión indica que ni la empresa ni el terreno donde funciona la planta industrial estarían a nombre de Levy Giménez, por lo cual se complicaría cualquier judicialización del reclamo. Y, además, abre el interrogante de por qué este hombre aparece negociando y realizando ofertas del sector empresario si no figuraría en la composición legal.Sorpresa, Giménez“Él (por Giménez) apareció el jueves de sorpresa en el frigorífico. Dijo que buscaba dialogar con un grupo, para intentar acordar el pago. Pero la oferta fue una tomada de pelo. Pidió ingresar al frigorífico y chequear el estado del mismo para luego negociar cada caso en particular”, reveló una fuente a PRIMERA EDICIÓN sobre la forma en que el representante empresario decidió reaparecer tras meses de ausencia y denuncias judiciales cruzadas con los ocupantes.Pero esa no fue la única. Ayer, “tuvimos otra reunión donde se lo vio a Giménez buscando acordar otra vez la forma de pago. El empresario ofreció hacerlo en cómodas cuotas, pero queremos que por lo menos nos den tres cuotas juntas para empezar, algo que no fue admitido por Gimenez”, agregó la fuente.El dilema que más angustia a los huelguistas es que “no hay garantías de la continuidad laboral”, que aparece como la prioridad; y existe temor a que la oferta de pago sea sea una maniobra para que los trabajadores dejen el lugar.“Todos queremos empezar a trabajar porque hace siete meses que no tenemos ingresos. El Repro no lo cobramos más y tampoco las asignaciones”, manifestó el mismo trabajador que acompaña a sus colegas en la toma pacífica.Por ahora, la conformación de la cooperativa aparece muy lejana.





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