APÓSTOLES. El domingo último se llevó a cabo el acto conmemorativo de las Bodas de Plata de la ordenación sacerdotal del sacerdote José Spaciuk -acaecida el 21 de junio de 1987-, que fue precedido por una misa en la Iglesia Santísima Trinidad de esta localidad. Posteriormente se realizó un homenaje, en el Salón de Usos Múltiples del Instituto San Josafat, del cual Spaciuk es párroco y representante legal. Norma Teresita Olivera, ex alumna del colegio, dirigió unas palabras acerca del homenajeado, y leyó un poema de su autoría dedicado al sacerdote. Por su parte, el artista apostoleño José Giménez, también ex alumno del establecimiento, ejecutó una canción también en honor del padre José. ApostoleñoEl padre José nació en Apóstoles y en 1978 ingresó a la orden de San Basilio Magno. “Al año siguiente de haber ingresado, fui a Brasil a hacer el noviciado, un período de adaptación. Estuve cinco años en Brasil en la Facultad de Curitiba, y después me asenté en Roma, donde comencé el trienio de Teología y dos años más de la Especialización de la Licenciatura en Teología”, cuenta José sobre sus principios en la religiosidad. Uno de los momentos más “conmovedores” en la vida del padre José fue haber recibido la orden sacerdotal del papa Juan Pablo II. “La orden sacerdotal fue 1987, en la Basílica San Pedro, junto a otros 54 sacerdotes de todo el mundo, fue realmente un momento inolvidable”. Tras la ordenación, Spaciuk fue destinado a su pueblo natal nuevamente. “Volví a Argentina después de tantos años y desde 1988 me encuentro en la Iglesia Santísima Trinidad, pero es en 1991 cuando soy designado párroco y representante legal del Colegio San Josafat. Es decir, este año se cumplen veinte años que estoy trabajando aquí, y la verdad es que la comunidad me ha brindado mucho afecto en todo este tiempo por lo que estoy sumamente agradecido”. Apoyo de la comunidadLas tareas sacerdotales y espirituales del padre José no se circunscriben solamente a Apóstoles. “De todos estos años rescato el trabajo parroquial que se ha hecho no solo aquí, sino también en localidades aledañas como ser Azara, Tres Capones, Concepción de la Sierra, Colonia Liebig y tantas otras. Siempre, en todos estos lugares tuve el apoyo incondicional de la comunidad, en todos los emprendimientos que encaramos”, señala el párroco.Entre las acciones y obras encaradas por el padre José, se cuenta el legado que representa para futuras generaciones la adaptación al castellano de la celebración litúrgica, originalmente en idioma ucraniano. “Esto fue a mediados de los 90. Fue algo complejo y un trabajo muy intenso, porque hubo cierta resistencia de las personas mayores, pero afortunadamente comprendieron la inquietud de la juventud especialmente y se pudo hacer la traducción y adaptación. Hoy se celebra la Divina Liturgia en castellano, aunque una parte se mantiene íntegramente en castellano”.




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