BUENOS AIRES (NA). Cansado del escándalo en que se transformó el alejamiento forzado de dos referentes del plantel, el entrenador de River, Matías Almeyda, desafió ayer a los hinchas a hacer un banderazo pidiendo su propio alejamiento ya que “todavía no está firmado el contrato”.“Estoy bastante podrido de la telenovela. Igual, todavía tienen tiempo de hacer un banderazo y pedir que me vaya, porque todavía no está firmado el contrato”, sostuvo el entrenador, quien tomó la decisión de que los delanteros Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez no continúen en la institución.Asimismo añadió: “Me he dejado presionar, me he dejado basurear, pero mi paciencia tiene un límite. Cuando estaba en duda mi continuidad ellos dijeron que no me tenía que ir, soy un agradecido, pero acá hay algo deportivo y tengo que tomar decisiones, no hay nada personal. Para mí el ciclo está terminado”.“Acá parece que jugaron el Chori y Fernando nada más y no es así. También lo hicieron otros que dejaron el alma, jugaron lesionados y se entrenaron de la mejor manera”, aseveró el técnico de River.En ese sentido, puntualizó que a Domínguez le ofreció volver y le dijo que “no”, mientras que con respecto a Cavenaghi explicó que “no pude hablar, porque cambió su número de teléfono y sé que está enojado”. “Al Chori sí lo llamé y en la segunda charla le dije si no tenía problemas de sentarse en el banco porque consideraba que él podría estar en mi planteo futbolístico, pero me dijo que no”, expresó Almeyda.Si bien el entrenador había dicho que las salidas de ambos jugadores se debían “a cuestiones futbolísticas”, su determinación generó una enorme polémica, especialmente entre los hinchas.De hecho, los simpatizantes hicieron una convocatoria a través de las redes sociales para realizar un banderazo hoy a la tarde con el objetivo de expresar su apoyo a los futbolistas en la sede del club.Por eso, el director técnico advirtió que los simpatizantes también “están a tiempo de hacer un banderazo para pedir que me vaya yo, porque todavía no está el contrato firmado. Necesito tomarme unos días de vacaciones porque me va a estallar la cabeza”, aseveró Almeyda. Las críticas para el entrenador y Daniel Passarella no partieron únicamente de los hinchas, y el empresario Néstor Sívori -representante de Cavenaghi y Domínguez- también habló en duros términos. Al respecto, ventiló algunas cuestiones internas del plantel que dejaron mal parado al entrenador, quien -según su versión- había anticipado que iba a dejar su cargo tras la finalización del torneo.





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