EL CAIRO, Egipto (Diarios Digitales). A la espera de la “gran ceremonia” que los militares han prometido celebrar el próximo sábado, el flamante quinto presidente de la república egipcia Mohamed Mursi ya ocupa la oficina del destronado Hosni Mubarak. Su rival, el ex general Ahmed Shafik, abandonó el martes el país con destino a Emiratos Árabes Unidos.Son las dos caras de la moneda tras el anuncio oficial de los resultados de las presidenciales que el domingo concedió la victoria al ya ex dirigente de los Hermanos Musulmanes Mohamed Mursi con un 51,7% de los votos. Fuentes del aeropuerto internacional de El Cairo señalaron que Shafik dejó el país ayer temprano acompañado por sus tres hijas y sus nietos.Su huida se produce horas después de que la Fiscalía General abriera unas investigaciones por las demandas presentadas ante los tribunales por corrupción durante los ocho años en los que ocupó el Ministerio de Aviación Civil.No podrán detener a civilesLa Corte Administrativa Suprema de Egipto decidió la tarde del martes anular un decreto promulgado por el Ministerio de Justicia que otorgaba a la policía militar la capacidad de arrestar a civiles sin necesidad de un permiso judicial. El decreto otorgaba amplios poderes a las Fuerzas Armadas normalmente reservados a la Policía. Entre los delitos incluidos dentro de la ley marcial, figuraban los “crímenes y faltas dañinos para el Gobierno”, el “desacato a la autoridad”, la “posesión de explosivos”, “la obstrucción del tráfico” e incluso acciones de huelga en instituciones públicas que atenten contra el derecho al trabajo. Las organizaciones de derechos humanos se opusieron de forma contundente al decreto, que describieron como un intento de restaurar el estado de emergencia, levantado el pasado 1 de junio después de treinta años en vigor.Se trata de un revés para los gobernantes militares que se preparan para entregar el poder.





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