POSADAS. Los vecinos de la chacra 85 hicieron público su malestar debido al inconveniente que les genera la rotura de un caño de la red cloacal ocurrido hace más de diez días sobre la avenida Tacuarí casi Artigas (a una cuadra de San Martín) y que pese a los reclamos formales presentados ante la prestataria del servicio como así también ante la Dirección General Medio Ambiente de la Municipalidad, todavía no ha sido reparado. “El lunes de la semana anterior observamos que un caño de la red cloacal estaba roto y que estaba tirando materia fecal a la vía pública. El olor se vuelve insoportable, nauseabundo, en determinados momentos y eso hace que no se pueda ni siquiera pasar por la zona. El caño está prácticamente a un metro del cordón cuneta y hay momentos en que desborda, entonces corre durante varios metros hasta perderse en una boca de tormenta que hay en la esquina de Tacuarí y San Martín, justo donde hay una panadería”, explicó uno de los vecinos que llamaron a PRIMERA EDICIÓN.El propietario de uno de los comercios instalados en la zona fue uno de los que hizo el reclamo porque frente a su negocio está la rotura. “Hasta ahora Samsa ni apareció, y eso que nos dieron muchas vueltas para tomarnos la denuncia. Medio Ambiente de la Municipalidad vino, envió a sus inspectores y constató lo insalubre que resulta todo esto, con los restos de materia fecal y los líquidos que brotan. Labraron un acta, tenemos la copia, pero nos dijeron que ellos no pueden reparar el caño, que esa no es su función”, indicó Julio Martínez, otro vecino que reside en la zona.Martínez opinó que les pareció “muy liviana la forma con la que actuaron los de la Municipalidad porque es como que se lavan las manos, cuando ellos mismos dijeron que es peligroso para la salud de las personas que eso esté así tanto tiempo”. Luego agregó que “con cada tormenta o cada vez que llueve, es como que reboza el caño, trae todo con más fuerza y ahí desborda hasta la calle. Otra vez volvemos a la queja de muchos ciudadanos: pagamos los impuestos, tenemos que tenerlos al día porque sino nos cortan los suministros, nos exigen un montón de cosas, pero a la hora de solucionar una rotura de un caño demoran muchísimos días y el que paga el pato es el vecino, los chicos y el comerciante, porque los clientes no quieren ni parar en la zona por el olor pestilente”.





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